El F.C. Barcelona y Sevilla Futbol Club se enfrentan el domingo 4 de octubre con el objetivo seguir en la senda de la victoria que hasta al momento los dos llegan como invictos a la cita.
FC Barcelona
Los de Roland Koeman llegan tras conseguir una meritoria victoria en Balaídos tras imponerse 0-3 y eso que estuvieron toda la segunda parte con uno menos por la expulsión de Clément Lenglet. El técnico holandés parece que ha recuperado la cultura del esfuerzo y ha priorizado un Barsa con una versión más coral por encima de los destellos de calidad de Leo Messi. No se espera cambios significativos en el once inicial a excepción del sancionado Lenglet que será sustituido por el canterano Ronald Araújo.
Los números del FC Barcelona no pueden ser mejores dado que el balance en dos partidos es de 7 goles a favor por ningún gol encajado sin Ter Stegen que seguirá siendo baja para este partido https://vn.mk.ua/ru/kak-pravilno-ustanovit-livnevki/.
En ataque se espera que el “niño” Ansu Fati siga viendo puerta y que Leo Messi siga con la versión que vimos en Balaídos olvidando su tormentoso verano con goles.
Sevilla Fútbol Club
El conjunto hispalense a pesar de la derrota en la final de la Supercopa de Europa contra el Bayern Múnich ha iniciado esta temporada tan bien como acabo la pasada temporada levantando la Europa league y también llega invicto a la liga y con buenos números en el balance con 4 goles favor por solo encajado en dos partidos.
Los de Lopetegui, sin apenas pretemporada para acoplar los nuevos fichajes para remplazar a ex jugadores importantes la pasada temporada como Reguilón y Banega hace pensar que el técnico riojano apueste por la veteranía de Escudero en vez del nuevo fichaje Acuña y en el centro campo se prevé que apostará en el belga Gudelj en vez de Joan Jordan.
Lopetegui no tiene buenos recuerdos de sus visitas al Camp Nou dado que no ha sido capaz de ganar en sus dos visitas y en una de ellas perdió por 5-0 que causó su destitución del Real Madrid.
Otro bonito aliciente es que Ivan Rackitic vuelve al Camp Nou, donde estuvo seis temporada y fue uno de los héroes de la final de Champions de Berlín donde fue el encargado de abrir el marcador.