El Mallorca de Luis García
Los mallorquines se han destapado como un equipo muy sólido y que destaca por la elaboración en sus jugadas. Demuestran confianza en su idea y la plasman en el campo.
Cinco jornadas ha tardado en Mallorca en plasmar la idea futbolística de su entrenador sobre el terreno de juego. Fue el Anxo Carro el estadio que pudo presenciar al Mallorca más cercano a Luis Garcia. En un partido, en el que los bermellones fueron muy superiores, pero que volvieron a dejar problemas de cara a gol.
Cuando Luis García Plaza llegó a Son Moix, desde el cónclave mallorquinista se sintió un pequeño grito de disgusto. El madrileño dejaba dudas en la afición balear, pero que parece haber despejado en tan solo cinco partidos. Tres victorias, un empate y una derrota avalan al técnico bermellón, pero lo más importante es que el equipo va mejorando partido tras partido.
En Lugo, Luis García apostó por un once bastante conservador, con siete defensas, entre ellos, Cufré en el extremo izquierdo. A priori, se podría esperar un Mallorca que saliese a la contra, pero los bermellones fueron muy ofensivos y en tierras del norte vimos al equipo más agresivo arriba de la temporada.
Seguridad defensiva
Con el 4-2-3-1 típico en este inicio de temporada, García, ha plantado una línea de cuatro que derrocha seguridad por todos los costados. Brian Oliván se ha afianzado como lateral izquierdo y Russo ha dejado claro que es un suplente de lujo. El argentino demostró que es capaz de luchar por la titularidad, aunque se antoja complicado que pueda llegar a arrebatarle el puesto a alguno de los dos centrales. Por el costado diestro, ha vuelto a aparecer la mejor imagen de Joan Sastre, que aunque no se sume mucho al ataque, está mostrando seguridad por su flanco.
En el centro del campo, el Mallorca cuenta con una gran nómina de jugadores de calidad. En el doble pivote, siguen apareciendo Salva Sevilla y Baba. Equilibrio, dominio táctico y físico imponente destacan en esta pareja. Baba es capaz de suplir las carencias físicas del almeriense y Salva puede darle la salida de balón que no aporta el ghanés. Luis García quiere fuerza y un jugador que sea capaz de querer la pelota y no esconderse. En esta combinación surge una tercera pieza que actúa de enganche: Dani Rodríguez. El de Betanzos sigue con su dinámica ascendente a sus 32 años. Dani se ha destapado como un jugador con potencia de arranque, llegada y con capacidad organizativa. Un box to box en toda regla que tiene toda la confianza del entrenador.
Sequía goleadora
En zona ofensiva empiezan a aparecer las carencias. Han llegado refuerzos que parecen apuntalar las bandas. Murilo dejó buenas sensaciones en Lugo, pero demostró que aún no está bien físicamente, por otro lado, Mboula se ha quedado en el dique seco después de su titularidad ante el Sabadell. La otra incorporación que por ahora ha actuado en el extremo izquierdo, Braian Cufré, ha dejado muy buen sabor de boca. El ex de Vélez ha llegado por la puerta grande, demostró llegada, muy buen fondo, conocimientos tácticos muy altos y una buena zurda con la que casi abrió su lote de goles. A priori, actúa como lateral, pero Luis García confió en sus dotes ofensivas y no se equivocó.
En último lugar, donde se esconde la pólvora, es donde menos acierto hay. Ni Abdón ni Alegría han demostrado tener los mimbres suficientes para afrontar el reto de volver a Primera y Luis García lo sabe. El madrileño dejó claro que son dos jugadores que trabajan mucho, pero es conocido por todos que son jugadores que tienen que complementar al delantero titular. En esta condición ha llegado Marc Cardona. El catalán sabe que tiene que rendir para poder jugar y así lo afirmó en su primer día. El ex de Osasuna es un delantero muy móvil, con gran dominio de balón y velocidad en conducción. Veremos si su nuevo técnico le da el testigo en Miranda, pero el Mallorca tiene que solucionar su problema de cara a puerta.