La conformidad del Leverkusen termina cediendo ante el Slavia
Los alemanes, que se quedaron con 10 tras la expulsión de Bellarabi, perdieron (1-0) ante el campeón checo en un partido marcado por la poca productividad y ambición de ambos.
Una jugada alteró todos los planes del Bayer Leverkusen en esta segunda jornada de la UEFA Europa League. La expulsión de Bellarabi, a los 22′ de juego, cambió el transcurso del encuentro a favor de un Slavia Praga que no supo aprovechar la ventaja. Aunque, justo cuando el equipo germano veía bueno el empate, apareció Olayinka para darle la victoria (1-0) al campeón checo, inoperante y cero amenazador como su rival.
Un Leverkusen valiente
Se podría haber dicho desde un inicio que el partido iba a ser un mero trámite para el Leverkusen. Los de Pter Bosz arrancaron como siempre, presionando alto y con mucha intensidad, en busca de incomodar al Slavia. La intención les funcionó. Llevaron a Kolar a un error en salida que casi aprovecha Diaby y luego asfixiaban a sus oponentes en busca de recuperar la posesión de inmediato. Así las cosas, el equipo de la farmacéutica se hizo con el ritmo del partido y empezaba a maniatar al campeón checo, espectador de lujo los primeros minutos. Pero claro, el fútbol tiene estos ‘plot twists’ en sus historias que trastornan lo que uno puede vaticinar.
En este caso, fue luego de que Bellarabi golpeara por detrás a Sevcik en un claro resbalo del alemán que juez no vio y expulso al extremo. Sin VAR en esta instancia de liguillas, los reclamos de la expedición teutona eran en vano. No se lo podía creer tampoco el Slavia, tanto que tuvo que pasar unos minutos para que empiecen a arrimar a su rival contra su área. No obstante, el cabezazo de Lingr y el disparo lejano de Zima no fueron problemas para un Hrdecky que estuvo activo en la noche de Praga. Estos pobres intentos reflejaban la poca fiereza de los locales, que vieron como el Leverkusen empezó a animarse y crearles peligro. De hecho, la primera parte terminó Kolar exigiéndose para desviar un disparo de Demirbay.
Olayinka mueve el partido
Sin embargo, a la vuelta de camerinos, Bosz mandó un mensaje cuando sustituyo a Bailey por un desaparecido Alario: todo al contraataque. Así, invitados a llevar la iniciativa, los dirigidos por Trpisovsky pudieron plantarse en terreno enemigo, pero seguían sin ser un peligro real. El partido era agobiante para el espectador debido a que ni los checos eran amenazantes ni el Leverkusen llevaba bien sus contraataques. Pero todo cambió cuando Olayinka ingresó al césped. La chispa del nigeriano reactivó un duelo soso al que Hrdecky quiso bajar revoluciones. El delantero fue derribado por el finés en el área, pero este se recompuso al atajarle a Stanciu el tiro y su posterior rebote.
Aunque para mala suerte del guardameta, el Slavia se animó con esa chance desperdiciada y lanzó a por todas. Cansados de intentar penetrar la férrea zaga alemana, el cuadro ‘republicano’ empezó a probar portería desde lejos. Sevcik, Sima y Stanciu siguieron probando al fiable Hrdecky, que tuvo que estirarse ante el remate del rumano. Precisamente, de ese corner concedido, Olayinka aprovechó la floja marca de Dragovic para desatascar el duelo. Un balde de agua fría para un Leverkusen contento con la paridad y que reaccionó con fuerza. El ‘Werkself’, que nunca fue menos que los checos, se aglutinó en campo contrario y a punto estuvo de empatar si Amiri no hubiera desperdiciado una inmejorable ocasión delante de Kolar.
Todo igualado
Mucho premio quizás para el Slavia, incapaz de llevar bien sus ataques y que llegó a ser maniatado por un adversario con uno menos. Y esto hace a la vez vuelve penosa la derrota del Bayer Leverkusen, consciente de que podía lastimar a su oponente, pero conforme con el resultado. Lo terminan pagando el equipo alemán, que ve como el grupo C se iguala al tener todos los integrantes tres puntos (el Niza venció 1-0 al Hapoel Be’er Sheva). No hay favorito.