Brais Méndez mantiene enchufado al Celta
Un doblete de Brais Méndez le valió al Celta para llevarse el duelo ante el Alavés y seguir con la quinta marcha puesta
El partido arrancó en Balaídos con la primera ocasión que salvó Tapia. Pérdida sangrante en fase defensiva del Celta. Robó Lucas ante el resbalón de Murillo. Se la dejó de cara a Joselu pero taponó con el pecho el peruano el disparo del ‘9’ babazorro. Susto para los locales nada más empezar al que siguió otro aviso en el que se pasó de potencia Lucas. Buscaba el servicio lateral tras ganar la línea de fondo. Presionaba muy alto el Alavés.
Replicó Brais que enganchó, aunque no como quiso, una volea en estático desde la frontal. Se marchó muy desviada. Buen comienzo de ambos, pero el balón y las ocasiones, eran de los babazorros en los primeros compases. Poco a poco comenzó el conjunto gallego a dar avisos. El primero en el 10′. Primera jugada hilvanada rápida, a un toque, del Celta. Taponó en primera instancia Ely el chut de Nolito, posteriormente acabó jugada el argentino. Justo después, estuvo providencial Ximo. Se plantó en el área Aspas, quiso ceder a Nolito para remachar la jugada a puerta vacía pero le leyó las intenciones el lateral. Aún así, parecía fuera de juego del moañés.
Y llegó el tercer aviso. Otra buena triangulación del Celta sobre el balcón del área. Le arreó con todo Hugo Mallo y bloquó Pina. Tanto va el cántaro a la fuente que el gol acabó llegando. Seguían cayéndole los goles de los bolsillos al Celta. Magnífica rosca de Olaza que cabeceó Brais Méndez en el primer palo a la red.
Tras el momento inicial de los babazorros, el Celta ya consiguió dar la vuelta al partido haciéndose con el 80% de la posesión y poniendo el primero en el marcador. Tenían el encuentro controlado. Salvó Pacheco en el 28′. Metió el guante porque un balón de Brais tenía Aspas, con el fusil cargado, como destinatario.
Al filo del descanso, otra combinación rápida del Celta, con Olaza situando el centro desde la izquierda, como sucedió en la jugada del gol. Dejó pasar Iago en el primer palo y, al segundo, fue Hugo Mallo el que la cedió a Nolito en la frontal. Mala conclusión del gaditano. Poco después sería de nuevo protagonista. Dejó Aspas a Nolito solo ante Pacheco para certificar el segundo. Regateó Nolo al meta tras ir al choque con él, pero la cinta se le fue muy escorada. No estuvo certero.
Cocinaba el Celta el segundo pero llegó el descanso con el 1-0 en el marcador.
Nada más comenzar el segundo tiempo, desvió Pacheco una ocasión local. Balón largo que no llegó a despejar Ximo Navarro. Cabalgó Brais que pisó área para acabar soltando el zurdazo al palo corto. Respondió, firme arriba, el arquero vitoriano. En la récplica, salvador Tapia. Pecho de hierro del mediocentro para taponar un servicio con mucho peligro de Lucas.
Buscaba el empate el conjunto babazorro que la tuvo en el 50′. Cabeceó Joselu a la esquina pero apareció cuando todos cantaban el gol una mano estratosférica del portero del Celta para evitar el empate. Empezó con intensidad la segunda mitad. El Alavés, con mayor determinación, cambió el rumbo del partido. Dominaba y se asomaba al área el cuadro de Machín.
El balón era de los albiazules. El Celta parecía fatigado. Con los cambios ganó el Celta que tuvo el segundo en el 71′. En otra jugada clásica ya en los celestes. La buscó larga Tapia para el desmarque a la carrera de Aspas, que dejó en el camino a Lejeune. Se escoró y su lanzamiento lo sacó Pacheco con la pierna.
Y a falta de 10 minutos, apareció de nuevo Brais Méndez para decantar la balanza. Cuando el Celta parecía contra las cuerdas. Se encontraron Iago Aspas y Brais. Asistencia de Iago desde la izquierda, tras recibir de Olaza, para la entrada al segundo palo de Brais que remachó a puerta vacía.
Se enfilaba ya la cuarta victoria consecutiva del Celta, algo que no lograba desde tiempos de Luis Enrique. El gol ha sido un mazazo para el Alavés justo en su mejor momento en el partido. Y así fue, llegó la cuarta consecutiva de un Celta on fire. Nada pudo hacer el conjunto babazorro que gozó de ocasiones pero no pudo con los de Coudet que siguen de dulce y se acercan a Europa.