El Mallorca pierde dos puntos a manos del Oviedo

Césped impracticable, tiempo tempestuoso y un estadio mítico como escenario para un partido que sonaba a encuentro de otra épica. El Tartiere estrenaba el año recibiendo a uno de los gallos de la categoría y lo hacía de una manera complicada.

Con bajas en ambos lados, los dos equipos presentaban onces poco conocidos, pero el partido comenzó con espectáculo. En el barrizal apareció Blanco para dar el primer susto, pero su disparo se fue fuera. El Mallorca no quiso ser menos y Galarreta mandó un derechazo al palo. Acto seguido fue Lago, pero no avisó, sino que se vistió de goleador. El costamarfileño dibujó un chut cruzado para batir a Femenías y acabar llorando por lo sufrido. Sin tiempo para asimilar el golpe, Joan Sastre asestó otro a un Oviedo sin capacidad de reacción. El lateral de Porreres, mandó un balazo desde su casa que hizo inútil la estirada de Femenías.

Todo esto en 20 minutos. El Mallorca frenó la intensidad y el Oviedo lo intentó sin acierto, pero con cada paso atrás de los bermellones, el equipo carbayón se acercaba al 1-2. Lo hizo en la que menos peligro parecía tener. Un centro lejano de Nahuel Leiva lo remataba Mier dejando a Reina haciendo la estatua para irse al descanso con vida.

La segunda parte siguió acorde con el final de la primera. El Mallorca se vio empujado atrás ante las acometidas de los locales, que atacaban constantemente con peligro. Ante esta situación, Luis García se vio obligado a tirar de los recursos del banquillo para remover el partido. Entró Amath y la cara bermellona cambió lo suficiente como para salir de su campo.

En los momentos del reenganche del Mallorca, apareció Femenías para mantener con vida a su equipo. Una mano colosal para evitar que Russo marcase el tercero de cabeza. El Oviedo se agarraba a los guantes de su portero para mantener la respiración ante el potencial bermellón. Acto seguido, los carbayones se agarraron aún más al partido. Arribas empataba de cabeza a la salida de un córner medido. La rabieta de los de Ziganda hizo posible empatar a un conjunto que siempre se mostraba sólido.

El partido se evaporó con el empate carbayón y con él, las esperanzas de acabar líder del Mallorca. El Oviedo supo rehacerse ante un inicio arrollador del conjunto bermellón para dejar un punto en las mochilas de los chicos ovetenses.