La Lazio le baja el pulso a la Roma en el derbi

La Lazio se vuelve a posicionar en lo alto de la Serie A. Y de que manera lo hizo: con una contundente victoria sobre la Roma (3-0) en el derbi. Dominadores en todo momento, el equipo de Simone Inzaghi no tuvo ningún inconveniente en deshacerse de su clásico rival, que venía en buena racha pero que nunca supo darle vuelta a la situación. Así, los de Paulo Fonseca se estancan en el tercer lugar, mientras que las ‘águilas’ toman carrera por los puestos Champions.

Lazzari e Ibañez encarrilan la victoria celeste

La previa hacia prever un choque muy candente, con ambos equipos en tendencia positiva. En especial una Roma que llevara la iniciativa y que llegaba en mejor estado de forma, apenas una caída en nueve partidos. No obstante, la Lazio, irregular debido a su concurso en la Copa de Europa, asumió el derbi como se debe: nada de lo anterior importa. Es así que las ‘águilas’ salieron en tromba, pisando área contrario de inmediato y moviendo el balón velozmente. El baño estaba claro, pero la ‘Loba’, tras la sorpresa inicial, empezó de a pocos acomodarse sobre el campo y a presionar alto para llevar la contraria los ‘laziales’.

Habiendo empujado a los locales contra su cancha, los ‘giallorossi’ parecían tener el control del juego. Nada más lejos de la realidad, puesto que los de Inzaghi la pasaban cómodos. Así, en la mejor ocasión de la Roma en el primer tiempo, Reina detuvo el cabezazo accidental de Mancini y lanzó una contra mortal. Ibañez, presionado por Lazzari, erró en el despeje y el balón le quedó directo a Immobile para que este fusile a López (14′). Casi calcado fue el segundo tanto. Lazzari ganó en carrera a un endeble Ibañez, que le cometió penalti ya en el área, pero el italiano se levantó a tiempo y cedió a Luis Alberto, que anotó segundo (23′). El vendaval ‘biancocelesti’ dejó K.O a los pupilos de Fonseca, que apuraron en descontar antes del descanso.

Luis Alberto ajusticia a la Roma

El partido se reanudo con el tono final de la segunda parte. Sin embargo, y a pesar de la entrada de Pedro, la Roma continuó siendo poca profunda y muy predecible en su circulación. La impotencia se apoderó de la visita, ya que empezó a bombardear a centros el área enemiga, despejados por un Acerbi inconmensurable y a dejar muchos espacios atrás, aprovechados siempre por Luis Alberto para iniciar transiciones. El español no se cansó de habilitar a sus compañeros al espacio, obteniendo varias chances de ampliar el marcador.

Lazzari, en carrera, Immobile, con un disparo lejano, Milinkovic-Savic, llegando desde atrás, y nuevamente Immobile, disparando cruzado, pudieron sentenciar el partido, pero López detuvo sus intenciones. Curiosamente, sería el cerebro Luis Alberto quien se encargaría de cerrar el partido. En otra distracción defensiva ‘giallorossi’, Akpro ubicó al ex del Sevilla en la frontal y este, sin oposición alguna, soltó un latigazo que aseguró los tres puntos de su equipo (67′). Ni el disparo a bocajarro de Dzeko en el final, detenido por Reina en su segunda intervención en el duelo, pudo resucitar a la Roma, reducida a su mínima expresión por una Lazio que vuelve a la pelea.