Bono y Suso salen como héroes de Mendizorroza
Los sevillistas sufrieron para ganar a un Alavés que luchó hasta el final pero que falló un penalti en los últimos minutos.
El Sevilla FC visitaba uno de los estadios que más le cuesta en ocasiones y lo haría teniendo como misión volver a los puestos de Champions. Tras la gran victoria frente a la Real Sociedad, los de Lopetegui se enfrentarían a un Alavés que volvía a tener a Abelardo en el banquillo. El ‘Pitu’ quería devolver la ilusión a un equipo que quería volver a salvarse otra temporada más y para ello debía empezar por plantear un buen partido frente a los sevillistas.
Un inicio goleador
El encuentro comenzaría con una baja importante por parte del Sevilla. En su once faltaría Diego Carlos, quien había sido el único jugador del equipo en jugar todo. Pero no por ello los sevillistas le echarían en falta ya que se adelantarían nada más empezar el partido. Un centro de Navas al área llegaría justamente donde estaba el killer sevillista, En-Nesyri, quien no fallaría y marcaría tras un pequeño rebote que dejaba en el suelo tirado a Pacheco.
Los babazorros encajarían este tanto incrédulos pero eso no les haría bajar los brazos. Estaban esperando su oportunidad y esta llegaría antes de lo esperado. Un saque de banda de Ximo Navarro cerca del área y un cúmulo de errores por parte del Sevilla, permitiría a Edgar poder rematar el esférico muy cerca de la portería de Bono. Pese a que lo cubriría bien Koundé, el canario había tapado bien con el cuerpo y remataría lo justo para superar al guardameta sevillista.
El cabreo de Lopetegui desde la banda reflejaba lo que no le había gustado de su victoria frente a la Real Sociedad, y temía que su defensa permitiría demasiado al Alavés. Mientras estaban intentando generar sus jugadas a base de paciencia y cerrando filas atrás, los de Abelardo estaban volviendo loca a la defensa sevillista con cada uno de sus contraataques.
Suso muestra su calidad
El Alavés estaba presionando cada vez más a su rival pero una genialidad de Suso desatascaría a los suyos. El gaditano recibía el balón en la banda y hacía uno de sus eslalon hacia la frontal del área, en busca de espacio para un pase o mirar a puerta. Sería esto último lo que nadie esperaría, ya que sacaría un zurdazo para quitar las telarañas de la escuadra derecha de Pacheco.
El pase por vestuarios serviría para que ambos técnicos pudieran refrescar conceptos, sobre todo Abelardo que veía a los suyos cabizbajos tras el golazo de Suso. La reanudación traería a dos equipos que retomaban su estrategia, dejando ver mucha competitividad sobre el césped. Los babazorros volvían a presionar lo más arriba posible, mientas que los sevillistas intentaba generar su juego entre tanta pierna local.
Poco a poco iría adueñándose del partido el equipo andaluz y el Alavés trataba salir a la carrera cada vez que se hacía con el esférico. El susto del encuentro quedaría también en el lado sevillista, ya que una fuerte entrada de Edgar dejaría muy tocado a Ocampos. El argentino tendría que abandonar el terreno de juego posteriormente y la duda sobre sus molestias quedarían en la cabeza de Lopetegui de cara al futuro.
Bono salva al Sevilla
A pesar de ese dominio, los jugadores del Alavés no perdían la esperanza y trataban de aprovechar las pocas ocasiones en las que llegaban a portería. Varias ocasiones consecutivas al borde del último cuarto de hora podrían haber dado el empate de nuevo a los albiazules. Estos avisos no estaban gustando mucho a Lopetegui, quien estaba metiendo cambios más defensivos, temiendo un gol rival que le impidiera conseguir los tres puntos.
La sentencia podría llegar casi al final del partido en un tanto en propia puerta pero sería anulado. Un centro donde En-Nesyri remataba, para que luego un defensor la introdujera en la portería de Pacheco, sería revisado por el VAR. Justo tras el remate tocaba el esférico en la mano del delantero y eso haría que Díaz de Mera lo anulara tras revisarlo. La esperanza seguía en el lado del Alavés pero debían darse prisa ya que faltaban muy pocos minutos para escuchar el pitido final.
Un minuto después Koundé vería cómo el balón tocaba su brazo y Díaz de Mera no dudaba en pitar la pena máxima. Los sevillistas se quejarían, y por ello Navas se llevaría una amarilla, pero Joselu encararía la portería de Bono con la única intención de darle alas a su equipo. Pero el guardameta sevillista sacaría una parada milagrosa para asegurar los tres puntos, siendo el salvador del encuentro.