El Cartagena respira y mete al Oviedo en problemas

Minutos de poca producción ofensiva. Albinegros y carbayones querían imponer su ley, pero nadie conseguía asustar en demasía a su rival. Con el paso de los minutos, parecía algo mejor el Oviedo, pero no estaba asustando demasiado. El Cartagena seguía sin encontrar a sus hombres más influyentes en ataque.

Dos avisos de los locales precedieron al gol. Primero, buen envío al área de Gallar y remate demasiado blando de Rubén Castro que atrapó Femenías. Después, centro con el exterior de Antoñito y el capitán del Oviedo, Tejera,  cabeceó para despejar con tal suspense que casi marca un autogol. Dos llegadas a las que, como decíamos, siguió el 1-0.  No estaba llegando con peligro el Cartagena, pero Rubén sigue siendo un delantero diferencial con 39 años. Envío perfecto desde la esquina y el canario apareció a las espaldas de Lucas para mandarla a la jaula.

A punto estuvo de aguarse la fiesta dell conjunto local. Y es que poco después una caída de Sangalli, derribado por Carrasquilla, en el área fue considerada penalti pero tras revisarlo el VAR el árbitro cambió de decisión. Tras tres minutos de revisión, Pulido Santana dio marcha atrás tras la revisión del VAR. Consideró que no fue suficiente el contacto como para señalar la pena máxima. El Oviedo perdía la oportunidad de empatar desde los once metros.

El Oviedo tenía más balón, pero encajó otra vez a balón parado, su talón de Aquiles.  Gracias a Rubén Castro, que marcó su décimo gol, los locales se iban por delante al descanso.

Ya en el segundo tiempo, la primera ocasión la tuvo el conjunto visitante que buscaba la remontada. Se atrevió el capitán desde la media luna. Disparó y el balón no salió lejos de los dominios de Chichizola. Replicó Elady. Cuando todos se esperaban que se la iba a entregar a un compañero, el jienense se atrevió con un misil que salió por poco.

Mucho más ritmo en la segunda parte que en la primera. Los dos equipos eran mucho más osados buscando área rival. En el 62′ puso Sangalli un balón peligrosísimo al área y no llegó ningún rematador. Poco a poco iba creciendo el Oviedo en el partido pero no llegaba el empate y los minutos pasaban a favor de los cartageneros.

Al igual que sucediese en la primera parte, el Cartagena dio primero un aviso, y luego puso el segundo. El aviso lo dio De Blasis. El argentino robó un balón en el centro del campo, estaba solo contra el portero y la mandó fuera. Poco después, un gol rarísimo, pero que valía exactamente lo mismo. Despejó fatal Femenías, le cayó a De Blasis, este remató de forma muy defectuosa y, entre tanto error, Cayarga puso la caña y la mandó al fondo de las mallas.

En el 79′ un paradón de Femenías evitó el tercero. Hasta tres veces pudieron rematar los futbolistas del Cartagena, que forzaron una gran reacción del meta del Oviedo. Un Oviedo que no daba con la tecla para sacar algo positivo de Cartagonova. Y así fue, se consumía el partido con el 2-0 en el luminoso. El Cartagena cogía aire y metía en proglemas a los carbayones.