El Villarrobledo volvió a puntuar. El equipo albaceteño, aunque tiene muy complicada su permanencia en la categoría y cada vez tiene más cerca la fase de permanencia, en la que los cuatro últimos clasificados de cada grupo buscarán quedarse en la próxima Primera División RFEF (sucedáneo de la Segunda División B), consiguió un valioso empate ante el Melilla, que se queda con la miel en los labios.

Un gol de Cantave en el descuento neutraliza el gol inicial de Fran García y ambos equipos se reparten los puntos de Nuestra Señora de la Caridad. Cinco jornadas consecutivas llevaba sin puntuar el Villarrobledo, que todavía cree en sus posibilidades. Quedan quince puntos, y los nuevos fichajes están dando sus frutos y el equipo ha mejorado en cuanto a principio de temporada. Sin embargo, todavía no está siendo suficiente para conseguir puntos y salir de la última posición de la tabla.

Los Melillenses se veían con una victoria que les colocarían en segundo lugar en la clasificación. Suficiente parecía el gol de Fran García a la media hora de juego para conseguir una victoria ante un Villarrobledo al que no le acompañan los resultados. El Melilla avisaba desde muy pronto con el propio Fran García batiendo a Diego Nieves, pero su gol fue anulado por fuera de juego. Un Melilla que tomó la iniciativa y buscó el gol desde el primer minuto, y fruto de ello fue su gol. Un gran pase de Isi que transformó Fran García para batir a Diego Nieves, que poco pudo hacer.

Perdonar ocasiones se paga caro

Con la segunda mitad, el Villarrobledo mejoró, aunque las ocasiones más claras seguían siendo para el Villarrobledo. Fran García, el más activo del Melilla, fallaba un mano a mano ante Diego Nieves. Ángel Moreno salvó bajo palos el segundo gol de los melillenses minutos más tarde -también oportunidad de Fran García- y Diego Nieves tuvo tiempo para exhibirse y hacer una fantástica parada para evitar que el Villarrobledo fuera doblegado.

Pero en el fútbol, perdonar puede salir caro. Y esta fue una de esas ocasiones en las que si no aprovechas tus ocasiones, el rival te acaba aguando la fiesta. Cantave aprovechaba un balón para sorprender a Rubén Gálvez y enviar el balón al fondo de la red. Era el minuto 93 y ya no había tiempo para rectificar. Al Melilla se le fueron los tres puntos y dejó escapar la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa y salir del pozo, así como meterse en la pomada y depender de sí mismo para estar en los playoffs de ascenso.

Quedan cinco jornadas. El Villarrobledo todavía tiene vida, aunque poca. Y el Melilla, aunque quede séptimo, solo está a un punto del segundo en este apretado grupo, en el que todos quieren estar arriba. Pero solo hay dos plazas -con permiso del Badajoz, que está consagrado en la primera posición- y no se pueden perder trenes como los de hoy. En el fin de semana, el Villarrobledo recibe al Badajoz y el Melilla jugará en casa ante el Villarrubia.