El Inter se sostiene en lo más alto
Los de Conte sudaron de lo lindo para sacar un importantísimo triunfo (1-0) ante una Atalanta que llevó la iniciativa, pero no estuvo muy fina atacando.
El Inter sigue sin bajar el pulso. Ya líder total de la Serie A, los ‘neroazzurros’ resolvieron un complicado duelo (1-0) ante la Atalanta para seguir alejándose de sus competidores. No fue una actuación perfecta de los milaneses, pero el gol de Skriniar, justo cuando mejor era la ‘Dea’, terminó por sellar una vital victoria ante uno de los escollos del campeonato.
Una Atalanta sin tanta fiereza
Llegó a la punta y no se quiere bajar de ahí, no importa como. Así se pueden definir perfectamente las últimas semanas del Inter. Desde que se hiciera con el liderato, tras su triunfo 3-1 ante la Lazio el pasado 13 de febrero, el equipo de Antonio Conte ha solventado sin titubear sus encuentros, incluso los más complicados. Tal y como lo es jugar contra un equipo como la Atalanta. Salieron los bergamascos a por el partido, lo de siempre, decididos a demostrar que poca diferencia hay entre una plantilla y otra. El empuje de la ‘Dea’ asustó a los locales, pero le faltó ser más letal en metros finales. Una rareza en este equipo que se caracteriza por su instinto asesino.
Porque si bien Zapata estaba fino entre líneas y jugando bien en espacios reducidos, así como Gosens pisaba mucho área rival y la Atalanta a duras penas dejaba al Inter salir de su asedio, lo cierto es que lejos estuvieron del gol. Un cabezazo del colombiano, despejado habilmente por Handanovic, y un disparo del alemán, que Bastoni despejó a tiempo, fueron las únicas opciones claras. Le demoró un rato al Inter entender esa poca pero importante ventaja, y fue entonces cuando empezó a explayarse sobre el césped. Sobre todo en la figura de un Lukaku que no las tuvo sencillas. Aunque la reacción no fue igual de fuerte, sirvió para igualar acciones y mantener a raya a su oponente antes de pasar por las duchas.
El Inter no ve apeligrada su ventaja
Sabía Gian Piero Gasperini que a su equipo le falta temple en el último sector del campo y por ello no dudo en dar entrada a Ilicic. Sin pestañear, el esloveno trianguló en la frontal con Pessina y Zapata, que pudo haber rematado cómodo si Handanovic no anticipaba antes. No solo mejoró así la Atalanta en zona decisiva, sino que empezó a saborear el gol. No obstante, cosas del fútbol, fue el Inter quien terminaría dando un mazazo irreversible. Un tiro de esquina que mareó a propios y extraños, Skriniar terminó por mandarlo a guardar para remate de la ‘Dea’. Oxigenó ese tanto al cuadro milanés, que conseguía así su objetivo y, de paso, abrir campo para transitar.
Lastimosamente para intereses personales, el plan esta vez no resultó efectivo. Romero y Djimsiti agigantaron su figura para frenar la fuerza descomunal de Lukaku y, con ello, al Inter en general. Las opciones de gol claudicaron en ese forcejeo, con los interistas preocupados más por frenar por el insistente avance de una Atalanta que volvía a nublarse delante del arco. Solo Pasalic pudo conectar un último disparo que, por cierto, se marchó alto, mientras la férrea zaga ‘neroazzurra’ despejaba todo lo que podía significar perder su valiosa ventaja. Una que celebró el Inter por todo lo alto para mantener una buena distancia sobre sus grandes rivales (6 puntos sobre el Milan; a 10, la Juve) y seguir soñando.