Un Porto valiente vuelve a dejar en la cuneta a la Juventus
Actuación esplendida de los 'dragones' a pesar de jugar con uno menos casi todo el partido, superando con resistencia y pundonor a un campeón italiano que suma un nuevo tropiezo en su proyecto. No le valió tener que remar por detrás dos veces a los de Andrea Pirlo, eliminados por tercera temporada consecutiva antes de tiempo en la máxima competición continental. Dos temporadas después, el equipo de Sérgio Conceição obtiene una merecida clasificación a los cuartos de final de la Champions por todo lo alto.
Una maldición le ha caído a la Juventus. Un año más, el campeón italiano cayó en los octavos de final de la UEFA Champions League, esta vez contra un Porto (3-2) que superó todas las expectativas. Los transalpinos tuvieron pudieron lograr la deseada remontada, pero un equipo mejor preparado y hecho para sufrir como los lusos terminó por efectuar un memorable golpe que vuelve a dejar fuera de carrera a los ‘bianconeros’.
Un guión casi calcado
Aprendió poco la Juventus de lo vivido en la ida en Do Dragao, prefiriendo corregir errores propios antes que desvirtuar los atributos de su rival. Grave error. Y es que el Porto salió en tromba, como había demostrado, convencido de golpear primero. Uribe y una doble ocasión de Taremi que el palo escupió, tras sendas recuperaciones en campo contrario, volvieron a dejar en evidencia a los italianos. Entre medias, un cabezazo a quemarropa de Morata fue despejado por Marchesín, que estuvo impecable la noche. Aún así, la superioridad de la visita se sentía en todo momento al ejercer una presión asfixiante y llegar con facilidad al área. Y en esa zona, Marega entiende todo a la perfección; al contrario que Demiral.
El turco terminó derribando a Taremi lo suficiente para cobrar la pena máxima. Oliveira, gran protagonista de los ‘dragones’, no dudo al frente de Szczesny (19′). El gol causo un gran revuelo en la Juventus, que ni siquiera fue capaz de mantener la posesión. Aunque luego volvió en sí con sendas ocasiones de Morata, Rabiot, Bonucci y Rabiot, todas desbaratados por un lúcido Marchesín, seguía lejos del empate. Fue un querer y no poder para el campeón italiano, incapaz de inquietar y a merced de su rival cada vez que este aceleraba. Sérgio Conceição se iba frotando las manos mientras pasaban los minutos, observando lo bien que su equipo actuaba. Incluso un fuerte remate de Oliveira pudo ampliar su ventaja antes del descanso.
Chiesa se viste de héroe
La pausa resultó necesaria para que la Juventus saliera refrescado. El campeón italiano empezó a circular mejor el balón y encontrar resquicios, diminutos eso sí, por donde perpetrar a la férrea zaga lusa. Y logró la igualdad de inmediato cuando Chiesa definió de maravillas una dejada de Ronaldo dentro del área (49′). Los de Andrea Pirlo habían conseguido lo más complicado y verían como el tablero se les pondría a su favor en un instante. Taremi logró que lo expulsaran en cuestión de segundos y eso llevó al Porto a buscar refugio sin dudar. Sin embargo, ni así lograban frenar el arreón ‘bianconero’ liderado por un Chiesa que aparecía por sorpresa dentro del área.
El italiano tiró un desmarque a la espalda de la defensa, alejó a Marchesín y cuando se disponía a disparar, Pepe se jugó el alma para desbaratar el disparo, y unos cuantos balones directo al área. A sus 38 años, el veterano luso hizo uso experiencias de mil batallas para frenar el asedio italiano. Pero no pudo finalmente con el hambre de grandeza de Chiesa, que cazó un enésimo excelente centro de Cuadrado para igualar la serie (63′). Los indicios eran claramente a favor de la Juventus con mucho tiempo por delante. No obstante, Marchesín siguió otorgando más vidas a los suyos con sendas atajadas a Ronaldo, Morata y Chiesa. Y cuando el argentino no llegaba, el travesaño se alió con él para desviar un zurdaso de Cuadrado.
Un año más de fracaso
Llegados al tiempo extra, el encuentro claramente se distorsiono, sin orden y con el deseo por anotar primando antes que preservar toda cordura táctica. Las ocasiones se sucedieron una tras otra así y, en plena erosión, solo Oliveira se tomó el partido con criterio. El portugués se sacó de la manga una falta que el mismo ejecutó por debajo de la barrera para dejar en jaque al campeón italiano(115′). Por si faltaban sorpresas, Rabiot volvió a ponerle emoción al encuentro colocando de nuevo a su equipo a un gol de la clasificación (117′). Lastima que el Porto se protegió eficazmente para terminar con el sueño más tortuoso de la Juventus, una vez más testigo de una clasificación histórica a los cuartos de final, esta vez de unos ‘dragones’ que ni mucho menos harán de ‘cenicienta’.