Las notas del Sporting en la visita del RCD Mallorca
Ponemos nota al desempeño de los jugadores sportinguistas en el encuentro disputado frente al líder de la categoría en El Molinón
En la jornada número 29 el Real Sporting recibía en El Molinón-Enrique Castro «Quini» a un RCD Mallorca líder de la categoría y que no conocía la derrota a domicilio. Tampoco la conocía el Sporting como local y fue el que se impuso en un señor partido con mayúsculas cimentado en un bloque defensivo impenetrable y sin fisuras, unido a la vuelta de su pichichi que logró dos goles más para su cuenta y ya son 19 en total. Las notas del encuentro al desempeño rojiblanco son las siguientes:
Once titular
- Mariño (8): La nota es alta porque lo que tuvo que hacer, que fue muy poco dicho sea de paso, fue casi todo bien. Solo un error en la primera parte pudo costar caro, pero el buen repliegue del equipo lo ayudó.
- Bogdan (7): Mejoró su partido de El Toralín con creces. En defensa estuvo bastante bien (sufrió en algún 1 vs 1) y en ataque en la primera parte supo incorporarse con acierto.
- Babin (9): Es un coloso por arriba y por abajo. Ni teniendo una referencia clara, como fue en la primera parte, ni con ella, cuando el Mallorca sacó a Abdón Prats primero y Trajkovski después fue superado.
- Marc Valiente (9): Tiene tres intervenciones en la segunda parte y una en la primera que son absolutamente salvadoras. El partido suyo, al igual que Babin, es espectacular.
- Saúl García (7): En defensa estuvo sensacional hasta la salida de Jordi Mboula. El ex-jugador del Mónaco y Barça le ganó duelos individuales que pudieron provocar ocasiones. Pero ahí estuvieron los centrales.
- Javi Fuego (10): Que alguien le vaya ofreciendo la renovación por un año más a este señor que con 37 años sigue dotando al equipo de una pausa, equilibrio y trabajo que son sobresalientes. Es muy difícil encontrar algo que hoy haya hecho mal.
- Pedro Díaz (7): Pasó más desapercibido que Manu García pero hizo un partido casi calcado al ovetense. Con balón lució mucho y con balón le costó más, pero estuvo bien colocado y aportó trabajo.
- Nacho Méndez (6): Partido de aprobado alto. Le penalizan malas decisiones sacando el balón que por suerte no costó nada. Lástima la ocasión que dispuso tras una de las mejores jugadas de la temporada del equipo.
- Manu García (7): Mucho mejor que otros días en la primera media hora de gran fútbol de todo el equipo rojiblanco. Apenas tomó malas decisiones y fue un currante más sin balón. Cuando fue el Mallorca quien tuvo balón, sufrió y desapareció más.
- Campuzano (7): Su debut como titular ha sido realmente bueno. Encuentra los espacios y sabe encontrarse la situación de remate o pase estando libre. Lástima algunos controles que le hubieran dado dos claras ocasiones.
- Djuka (10): Un nuevo doblete para quienes se empeñan en dudar de su compromiso con esta camiseta a pesar de nacionalizarse de otro país para poder tener opción a disputar algo que todos querríamos si fuésemos futbolistas: una Eurocopa o un Mundial. Mamen los haters.
Desde el banquillo
- Pablo Pérez (5): Salió para ganar disputas aéreas e intentar encontrar espacios. Sin destellos, ni errores.
- Gragera (6): Había que dar oxígeno en el centro del campo para defender y supo hacerlo. Minutos buenos.
- Aitor García (s.c): Salió con el 2-0 para prácticamente perder tiempo y evitar riesgos con otros jugadores.
- Gaspar (s.c): Igual que Aitor García.
- David Gallego (10): En Ponferrada volvió a virar el equipo hacia uno que quiere el balón, que busca ser protagonista y adelantarse en el marcador. Como en El Toralín, le salió a la perfección. Tras el gol, retrasó y juntó más sus líneas, quizá también motivado en parte por la necesidad del rival que era el líder y eso nunca hay que olvidarlo. En cualquier caso le salió a la perfección porque el Mallorca no logró crear apenas peligro de verdad ante la meta de Mariño, que tocó más balones con los pies que con las manos como decíamos antes. Un partido que le afianza claramente en el play-off y que, aunque muy difícil, le permite mantener alguna aspiración de mirar más alto.