RESUMEN NBA | Los Hawks de McMillan siguen sin conocer la derrota
La explosión de Anthony Edwards, el duelo entre Lebron y LaMelo o las exhibiciones de Beal y Westbrook. Hubo donde elegir en la jornada de ayer.
Brutal jornada la que se vivió esta madrugada en la NBA. Hubo de todo: actuaciones individuales destacadas, rachas de victorias que siguen inmaculadas y partidos que se decidieron al final. Vamos a ello.
Menos de 24 horas después de perder sobre la bocina contra Sacramento, los Wizards, envueltos, una vez más esta temporada, en dudas sobre su juego, recibían al mejor equipo de la NBA en el Capital One Arena.
Se preveía difícil, pero lo hicieron parecer fácil. El partido tuvo dos mitades claramente diferenciadas, y que además coincidieron con las dos partes de un partido de baloncesto. Durante la primera, el equipo local hizo mucho daño a los Jazz a través de un Westbrook tan eléctrico como efectivo, que llegó al descanso con 22 puntos y 8 rebotes. Casi nada. Por parte de Utah, el único jugador que mantuvo el tipo fue Joe Ingles, titular como consecuencia de la baja por molestias de Conley. El bueno de «Jingling Joe» no desaprovechó su oportunidad, firmando 4 triples y 17 puntos.
Sin embargo, el resultado era demoledor. 64-46 a favor de los locales, que habían dejado una gran impresión en los primeros 24 minutos. Tras el descanso, Donovan Mitchell salió inspirado y anotó 20 puntos tan solo en el tercer cuarto. El tercer cuarto es el favorito de los Jazz, pero en esta ocasión no pudieron hacerlo valer. Porque, aunque metieron 36 puntos, encajaron los mismos. Su defensa fue incapaz de parar a los Wizards en ningún momento de la noche. Tampoco durante el último periodo, si bien consiguieron bajar de los 10 puntos a falta de 3 minutos gracias, de nuevo, a los esfuerzos de Ingles, que acabó con su máxima anotación histórica en la NBA, 34 puntos. También empató en el proceso el máximo de triples en un partido de la franquicia (8).
En resumen, gran victoria para los Wizards, sobre la que deben construir. Especialmente por sus esfuerzos defensivos en la primera parte. Bradley Beal sigue demostrando cada día que es uno de los mejores anotadores de la NBA (ayer se fue hasta los 43 puntos) y Westbrook consolida una seri de partidos que recuerdan a su mejor versión con los Rockets. Tienen el play-in a 2.5 partidos. Hay esperanza en Washington.
Nate McMillan cogió, poco antes del parón del all-star, a un equipo que se hundía sin remedio en una espiral de lesiones, derrotas y la impresión de estar rindiendo por debajo del talento de la plantilla.
7 partidos después, solo queda rastro de alguna que otra lesión (DeAndre Hunter, Cam Reddish). Porque ahora en Atlanta se respira un baloncesto alegre en ataque y comprometido en defensa mientras que se empieza a olvidar lo que es perder. Porque son ya 7 victorias seguidas, porque ya tienen récord positivo en la temporada (21-20) y porque son quintos de la conferencia Este.
Ayer contra Oklahoma sabían que era un partido que debían ganar. Lo dejaron claro desde el primer momento. Apretaron atrás, y del quinteto titular de los Thunder tan solo Shae Gilgeous-Alexander estuvo medianamente acertado. A Dortz y a Horford se les notó la inactividad de esta semana, mientras que Pokusevski ya encadena dos partidos seguidos quedándose en 4 puntos tras ilusionarnos a todos el domingo pasado. La montaña rusa habitual en los novatos, sobre todo en los más jóvenes.
En el otro lado de la cancha, «life as usual». Trae Young como timón de un ataque muy peligroso en el pick-and-roll con Collins o Capela, y acompañados siempre por buenos tiradores (Huerter, Gallinari, Bogdanovic). Este último, 4 partidos después de recuperarse de su lesión, ya dejó su primera buena actuación. 23 puntos y 9/14 en tiros, una pieza clave para McMIllan desde el banquillo.
Los 20 puntos de ventaja que mantuvieron desde el descanso permitieron una rotación muy amplia (ningún jugador llegó a los 30 minutos). Así que llegarán descansados a su próximo partido, sin duda el más difícil desde el cambio de entrenado. Contra los Lakers, en los Ángeles. Habrá que estar atento.
Si antes hablábamos de una buena racha, toca ahora la otra cara de la moneda. Los Orlando Magic, sin llegar al nivel de los Rockets, suman con la de ayer 9 derrotas al hilo. Y no sera porque su referente en ataque, Nikola Vucevic, no lo esté intentando. Si excluimos el partido de ayer, en el que aun sí hizo un doble-doble de 17 puntos y 16 rebotes, acumula en los últimos 10 unos promedios de 30-10-5 con porcentajes de 50/40/90.
La derrota de ayer, además, pudo no llegar a ser. Después de remontar 15 puntos en los últimos 14 minutos, después de pelear en un partido con sello Thibodeau durante 47 minutos y medio, la situación era la siguiente: Alec Burks había fallado el tiro libre de su 2 + 1, dejando a los Knicks 4 arriba. La pizarra salió, y Fournier anotó un triple clave cuando aún restaban 27 segundos. A continuación, un dos para uno acabó en salto antes de que Bullock consiguiese pedir tiempo muerto. Salto que ganó Fournier para dar esperanzas a su equipo. Pues bien, inviertan ahora los sujetos de la oración anterior, y tendrán el resultado de la jugada siguiente. En efecto, Bullock se redimió robándole la bola a, en efecto, Fournier mientras este último intentaba dársela a Vucevic.
Bocina y se acabó. Victoria sufrida, pero victoria, así que en New York estarán encantados. Sin sus tres bases (Rose, Payton, Quickley) disponibles, Randle cogió el relevo y se fue hasta las 17 asistencias. Lógicamente, es su marca personal. Pero es un recordatorio, otro más, de que estamos ante un jugador muy completo y, por qué no decirlo, una estrella de la Liga. Los 1531 afortunados que tuvieron sitio ayer en el Madison seguro que se fueron contentos.
Duelo entre dos equipos con aspiraciones muy diferentes. Los Suns buscaban seguir la senda de Utah y mantener la segunda posición del Oeste frente a los Lakers. No lo consiguieron Los Timberwolves, bueno, los Timberwolves tienen de aquí a final de temporada la misión de construir en torno a sus dos jóvenes. Ayer lo consiguieron.
Uno de ellos es Anthony Edwards, flamante número 1 del pasado Draft. Le costó adaptarse a la NBA, es cierto, pero eso es pasado. Aprovechando su mayor participación en ataque como consecuencia de la suspensión de Malik Beasley, «Ant» ha explotado. La media de sus últimos 8 partidos era de 25 puntos, pero es que ayer fueron 42. Su facilidad para anotar encierra un potencial fascinante. Muy duro cuando va al aro, no tiene problemas para jugar en la media distancia si es lo que la defensa le ofrece, y en su tiro de tres cada vez tiene más confianza.
Además, estar acompañado en pista por Karl-Anthony Towns ayuda. El pivot dominicano sumó otros 41 puntos para conseguir remontar un partido ajustado frente a uno de los mejores equipos de la liga. Porque Phoenix no hizo un mal partido. Booker y Paul estuvieron a buen nivel. El problema fue que los últimos minutos no los jugaron bien, se atascaron en ataque. Y en defensa no fueron capaces de parar a la dupla «KAT-Ant». Eso sí, tendrán otra oportunidad para ello mañana mismo.
La temporada de los Blazers, ya no es novedad, está pasando bajo el radar. Quinto mejor récord en el oeste a pesar de no haber contado durante buena parte de la temporada con dos jugadores clave: CJ McCollum y Jusuf Nurkic. El primero ya está de vuelta, pero en etapa de toma de contacto, de puesta a punto. A Nurkic se le espera dentro de unas dos semanas.
Y, mientras tanto, Damian Lillard. Damian Lillard y Carmelo Anthony. Cada uno en lo suyo están dejando una temporada para la recuerdo. Por motivos de recompensa al trabajo, Lillard. Por motivos de redención, Melo. Se suman a ellos jugadores de rotación que han encontrado la forma de explotar sus virtudes: Enes Kanter, Covington, Derrick Jones Jr, Gary Trent, etc.
El partido se mantuvo entre los 6 y los 13 puntos de ventaja para los locales durante 44 minutos, rara avis en la NBA de hoy en día, marcada por los parciales. Zion Williamson sigue acostumbrándonos a que cada noche meta 25 puntos con un porcentaje de acierto superior al 50%, pero no se traduce en victorias. Bledsoe atraviesa una mala racha, Ingram ayer estuvo muy desacertado de cara al aro y desde el banquillo no hay soluciones mantenibles en el tiempo.
Temporada un poco decepcionante en New Orleans, que aun así están tan solo a 3 partidos del deseable, desde esta temporada, décimo puesto del Oeste. Tendrán dos días libres antes de enfrentarse a los Nuggets.
LaMelo Ball le dio cierto interés al encuentro cuando declaró que no sentía especial emoción por enfrentarse por primera vez en su carrera a Lebron James.
Respaldó esas declaraciones con su juego. No hubo nervios, solo desparpajo. El baloncesto entendido como espectáculo y como manera de expresarse. Fue el máximo anotador de su equipo, con 26 puntos. El problema fue que Lebron también estuvo acertado (37 puntos). Y si Lebron está así, los Lakers suelen ganar siempre.
Aunque hay que reconocer también el gran trabajo que está haciendo, en especial desde la ausencia de Davis, Dennis Schröder. Su capacidad para ir directo al aro y para jugar el pick-and-roll descargan a Lebron de una carga de trabajo que en años anteriores de su carrera ha tenido que asumir. A los 36 agradecerá no tener que seguir haciéndolo.
Los Lakers recuperan la segunda posición del Oeste, y Utah está más cerca que nunca. Tendrán un día de descanso antes de enfrentarse en back-to-back a Atlanta y a Phoenix. Los Hornets, por su parte, se quedarán en los Ángeles para enfrentarse en la madrugada del sábado al domingo a los Clippers.
@NBAdiccion