Osasuna arañó un punto del estadio El Alcoraz (0-0) y complica todavía más la permanencia a un Huesca que necesitaba el triunfo como el comer para no ver menguadas ostensiblemente sus opciones de continuar en la máxima categoría.
Los altoaragoneses habían marcado como clave el enfrentamiento ante un conjunto navarro que no tenía las grandes urgencias del equipo oscense, pero no supieron aprovechar esa circunstancia para hacerse con un triunfo que hubiera hecho apretar todavía más la zona baja de la clasificación.
Un punto siempre supone sumar, pero el Huesca sigue atado al ‘farolillo rojo’, mientras que para el conjunto de Pamplona la igualada supone un punto más para el zurrón de la permanencia, a la vez que evita el resurgimiento de un rival por dicha lucha.
Los ‘rojillos’ volvieron a demostrar su buen comportamiento lejos de El Sadar, ya que suman siete puntos en sus tres últimas salidas, en un partido plano por parte de ambos contendientes y en el que pareció que se jugaba más a no perder que a ganar y en el que apenas se arriesgó. El miedo guardó la viña en ambos conjuntos, que de inicio plantearon un juego en el que la consigna pareció ser no perder el balón, y menos en situaciones comprometidas.
Ambos equipos lo cumplieron a rajatabla y ninguno facilitó las cosas a su rival, especialmente un Osasuna al que la igualada no le suponía tanto problema como al Huesca y que jugó esperando que los azulgranas perdieran la compostura. La mayor intención del equipo local supuso que las únicas ocasiones de los primeros 45 minutos fueran suyas y con apenas un intervalo de cinco minutos.
En el 23 el central eslovaco Denis Vavro aprovechó un rechace para enganchar un remate desde el borde del área que llegó a tocar lo suficiente el meta Juan Pérez para que el balón se estrellase en el larguero en vez de entrar en la portería y en el 28 un remate de cabeza de Rafa Mir, a centro de Javi Galán, se marchó muy cerca del poste derecho de la meta navarra.
El conjunto ‘rojillo’ en ningún momento se sintió cómodo en el primer periodo y apenas inquietó porque el Huesca estuvo consistente atrás y no le permitió bordear su área con peligro.
La llegada del descanso hizo cambiar ligeramente la tendencia y el equipo de Jagoba Arrasate tuvo más el balón, pero, como ocurrió en el primer periodo, apenas pisó el área del Huesca, solo en un remate de cabeza de Kike Barja que salvó bien Andrés Fernández en el minuto 81.
El conjunto altoaragonés tuvo tres oportunidades en el segundo periodo por medio de Ferreiro y dos de Dani Escriche en los últimos minutos, pero, como en el primer periodo, le faltó precisión en los remates para haber sumado un triunfo que valía su peso en oro.