El mejor regalo será la victoria

La Romareda se prepara para acoger el duelo entre Real Zaragoza y el Mirandés de este lunes, un duelo que, a doce jornadas para el final del campeonato, empieza a ser determinante para los objetivos de ambos equipos. Los blanquillos (en decimoséptima posición con 30 puntos) buscan los tres puntos para despegarse de la parte baja de la tabla, mientras que a los burgaleses (décimos con 41 puntos), una victoria les serviría para seguir en la lucha por esa sexta posición que marca el límite de los puestos de PlayOff de ascenso y que ahora mismo tiene la Ponferradina.

Parecía que los aragoneses habían reconducido su situación tras la victoria ante el Tenerife por la mínima hace dos jornadas, pero la derrota de la semana pasada ante el Rayo Vallecano (3-2) después de ponerse con una ventaja de dos goles truncó el posible despegue en positivo los blanquillos. Así pues, con 89 años recién cumplidos, los maños encaran este encuentro con el objetivo de darse un regalo de cumpleaños en forma de tres puntos que significarían un paso más hacia el objetivo, un paso más hacia la permanencia, un paso más hacia su seguro de vida.

Para ello, JIM podrá volver a contar con Francho Serrano y Juan Pablo Sanabria, pero tendrá que prescindir James Igbekeme, que estará de baja por lesión, y Alejandro Francés, que no podrá jugar por acumulación de tarjetas y será sustituido por Mathieu Peybernes. A todas estas bajas hay que sumar una nueva lesión de Atienza y una posible ausencia de Álex Alegría por molestias en la rodilla.

El entrenador alicantino sabe que se enfrenta a un Mirandés “ofensivo, que mira constantemente la portería rival, que juega muy bien en combinación, con jugadores jóvenes” y por ello “confía en el buen rendimiento de sus jugadores” de cara al encuentro porque “sabemos lo que nos estamos jugando”.

El equipo burgalés, que viene de cosechar un empate (2-2) frente al Espanyol la semana pasada, afronta este partido con todos sus jugadores disponibles. Su entrenador, José Alberto, les pide que sean “un equipo atrevido, valiente, con la capacidad que demuestra en cada jornada con el balón” y que tengan “más paciencia y más balón en los últimos minutos para que el partido se vaya agotando” ante un Zaragoza que para el entrenador ovetense es “muy peligroso, mucho más compacto, muy reconocible, con muchas armas, que está en una situación complicada pero tiene excelentes jugadores”.

Además, el centrocampista rojillo Alex López es consciente de la dificultad del choque pero asegura que “contra el Espanyol ya demostramos que si estamos enchufados y tenemos el ritmo que tenemos que llevar tanto en juego como en defensa, creo que podemos pelear con cualquiera”. Schutte y Moreno únicas bajas en el conjunto burgalés por molestias.

Vista la mentalidad de ambos equipos de cara al partido, solo queda esperar al pitido inicial para ver como Zaragoza y Mirandés juegan sus cartas en un duelo en el que la victoria les puede suponer una buena baza de cara a sus objetivos en el campeonato liguero.