La Carrera Astur | Pk.35: El Oviedo, ‘Rey’ de #ElNuestruDerbi
Los azules vuelven a doblegar al Sporting gracias a un tanto de Diegui en el tramo inicial del choque. El triunfo supone un paso gigante del equipo de Ziganda hacia la salvación
El Real Oviedo volvió a llevarse el derbi. Los azules volvieron a imponer su ley ante el Sporting para sumar mucho más que tres puntos. Por el encuentro que disputaba y, además, por lo que significa un triunfo en términos clasificatorios. Diegui Johannesson, que asaltaba la titularidad tras los problemas musculares que arrastra Juanjo Nieto, acabó siendo el héroe del triunfo carbayón. Un gol tan importante como merecido para él, que nada más anotar, por cierto, fue a abrazarse con Ziganda. Y eso dice mucho.
En el otro lado de la balanza se encuentra el Sporting. Tercera derrota consecutiva para el equipo de David Gallego. Los rojiblancos pagaron muy caro el tanto encajado en el tramo inicial del partido y no fueron capaces de doblegar a una zaga, la del Oviedo, que se mostró muy segura a lo largo de todo el encuentro. Pedro Díaz fue quien puso la nota diferencial; Pablo Pérez, quien lo buscó con más insistencia. El canterano sportinguista, que sustituyó a un lesionado Campuzano, fue uno de los jugadores más activos en la faceta ofensiva.
El derbi se tiñe de azul (otra vez)
- Ziganda. Tercer derbi para el técnico navarro y tercera victoria. El preparador azul le tiene tomada la medida a este encuentro, en el que por cierto aún no ha encajado. Si hay que resaltar un nombre en el día de ayer por encima del resto es el suyo. Porque muchos vaticinaron resultados tras visualizar la alineación. Pero hacerlo sin ni siquiera ver medio minuto de partido es muy complicado. El ‘Cuco‘ supero a su homólogo en el banquillo rival desde el primer instante. Un planteamiento que permite al Oviedo volver a llevarse el gato al agua en el derbi, el octavo desde que ambos coinciden en Segunda División, con cinco triunfos azules, dos empates y una derrota. Casi nada.
- Diegui pide paso. Era la gran novedad en el once de Ziganda. El técnico apostó por el canterano azul tras conocerse que Juanjo Nieto no sería de la partida por unas molestias. En la primera acción que pisó área rival logró anotar. Un gol importantísimo para el equipo, pero sobre todo para el propio jugador, que no estaba viviendo su mejor año. Tras anotar, el zaguero fue directamente a buscar a su entrenador para abrazarle. Una imagen que habla por sí sola, una instantánea que dice muchas cosas. Centro de Lucas y gol de Diegui. Los de casa.
- El Oviedo que todos quieren. Más allá del resultado, que es lo realmente importante, el Real Oviedo volvió a asemejarse a la versión tan fiable que se vio en la primera vuelta. Desde el planteamiento inicial de Ziganda hasta la brillante actuación colectiva de sus futbolistas. Exquisito encuentro, un derbi más, de Borja Sánchez; encuentro más que notable de Leschuk, que volvió a oxigenar al equipo cuando más lo necesitaba; y a destacar también el choque de Lucas, otra vez cerrando la banda izquierda y sumándose con peligro al ataque.
- Lo que queda. Tras siete encuentros sin ganar, un triunfo como este ayuda muchísimo en todos los aspectos. Lo más importante, que el Oviedo vuelve a ganar en confianza y tranquilidad de cara a un tramo muy complicado de temporada. Los futbolistas y el cuerpo técnico necesitaban esos tres puntos para dar un salto gigante hacia la calma y no verse con el agua al cuello en el final de la temporada. Ahora mismo, y a expensas de lo que haga el Cartagena, el cuadro de Ziganda se queda siete puntos por encima de la zona de peligro.
Una nueva decepción
- Una buena salida frustrada con un nuevo error: Lo cierto es que el Sporting salió bien al derbi. A pesar de la, esperada, presión inicial azul en el inicio de salida de balón lograba imponerse. Tuvo una clara ocasión antes de los cuatro minutos que Aitor García no supo convertir, pero nada hacía presagiar que en un centro bombeado y casi inocente la defensa rojiblanca mostraría tal endeblez. Saúl García por no cerrar el segundo palo y Mariño por no mandar en su área principalmente salen en una ‘foto’ que hace que la preocupación por lo que antes era un muro defensivo ahora sea una pared de mirar y no tocar.
- Incapacidad de generar juego: Ese guión, de marcar pronto, no pudo ser soñado ni por Ziganda en su planteamiento más optimista del partido. El técnico azul preparó a su equipo para un partido largo, donde aprovechar alguna de sus opciones. Sin embargo el gol reforzó toda su idea además de que le permitió jugar a lo que el Oviedo quiere y sabe hacer mejor. El Sporting, como le viene ocurriendo frente a esos equipos, volvió a adolecer de fútbol y de profundidad. Un error recurrente que empieza a apuntar al banquillo como responsable.
- Se encienden las alarmas: La tercera derrota consecutiva y la segunda calcada en la forma de producirse obliga a que las alarmas se enciendan. Aunque pueda parecer que los equipos han visto como jugarle al Sporting lo cierto es que todo sigue igual. La diferencia es que antes muchos equipos le esperaban y esperaban un error propio o en una jugada puntual que no sucedía. Eso ahora está sucediendo, lo que unido a la falta de ideas y de la profundidad antes citada para atacar a equipos que se encierran lo hace todo más difícil.
- Siete partidos claves para mejorar: El hecho de que este bache o crisis llegue en abril puede verse desde el lado bueno o el malo. El bueno es que hay siete partidos para cambiar el chip y mejorar. El malo es que tras una temporada, con algunos pequeños baches, ahora sí se ve un problema que lejos de intentar arreglarse, parece no verse como tal. Eso se desprende de las declaraciones tanto de David Gallego como de algunos jugadores. La línea actual es preocupante y más si como parece no se ve hay varios problemas a resolver. Con cambio de esquema o jugadores, pero a resolver.