Empate a nada
Leeds y Manchester United firmaron las tablas en el marcador, a pesar de que el United fue el equipo que más empeño le dedicó al atacar la meta defendida por Meslier.
Ambos equipos se presentaban en el partido sin demasiado en juego y los primeros minutos fueron de tanteo. Nada más comenzar, Mason Greenwood tuvo una clara ocasión en un remate de cabeza dentro del área pequeña, que terminó en nada. La consigna de Bielsa era clara: No dejar recibir a Bruno Fernandes. Kalvin Phillips le hacía un seguimiento personal a este, que le impedía entrar en contacto con el balón y cuando lo hacía, era en zonas insignificantes. El partido transcurría en terreno de nadie, ya que, ninguno saltaba a la presión y procuraban no cometer errores.
Amenaza red
Desde el primer minuto, Bielsa defendió en un bloque más bajo a lo que nos tiene acostumbrados, debido al pavor de exponerse demasiado y que se le vean las costuras a la espalda de la zaga. La amenaza de la velocidad endiablada de los hombres de Ole Gunnar Solskjær era palpable. Los Whites no tenían ningún desborde por bandas—en gran medida por la baja sensible de Raphinha— y no ofrecían ninguna variante con el balón en los pies.
En el minuto 20, hubo una posible mano de Luke Shaw dentro del área, tras una rápida transición capitaneada por Jack Harrison. Sin embargo, el colegiado del encuentro Craig Pawson no decretó la pena máxima. El partido se sumergía en una mediocridad, sin oportunidades evidentes, pero donde el United transmitía más sensación de peligro, a raíz de imposibilitar la salida de balón de los Whites. Al final, se hizo esperar la primera tentativa White que llegó en el minuto 33 en un disparo desde la frontal del área de Stuart Dallas. A punto de llegar al ecuador el encuentro Marcus Rashford tuvo en sus botas el 0-1 en una falta botada majestuosamente, que topó con los reflejos de Meslier.
La segunda parte comenzó con el mismo guión que la primera: Los Red Devils merodeando el área, pero sin crear claras oportunidades de gol.
Llegaron las oportunidades
Bruno Fernandes tuvo una magnífica oportunidad para abrir la lata tras la galopada de Wan-Bissaka por banda derecha y poner un pase atrás al punto de penalti, pero se fue rozando la cepa del palo. La movilidad de los hombres de Solskjær seguía creando estragos a la espalda de la defensa y el partido se fue abriendo. La defensa de Bielsa se basaba en la persecución individual al hombre. Esto, hacía que en ciertos momentos el equipo se desdibujara y los espacios fueron apareciendo. En estas idas y venidas Hélder Costa tuvo el 1-0 en una transición que cogieron desprevenida a la retaguardia red: Su disparo se fue envenenado tras un rebote, pero se marchó por encima del travesaño por muy poco.
Cambios
En la siguiente acción, Hélder Costa no pudo seguir tras un encontronazo con Aaron Wan-Bissaka; el jugador angoleño se dolía de la parte lumbar. En su lugar entró Mateusz Klich. Los minutos pasaban y el 0-0 seguía reinando en el tapete de Elland Road. Ambos entrenadores movieron ficha con el fin de romper con la igualada: Pogba y Cavani en el bando red y Koch y Klich en el bando contrario.
El Manchester United trataba de percutir por esa banda izquierda, donde se encontraban Shaw, Pogba y el mismo Bruno Fernandes. De todos modos, el cansancio empezaba a ser evidente y los jugadores no llegaban con la misma frescura a zona de remate. Al final, sumando la falta de ideas y fuelle del Manchester United al colosal partido de Struijk y Diego Llorente el desenlace no podía ser otro que el 0-0.
Este empate, deja al United sin posibilidades de alzar el título de liga y al Leeds en terreno de nadie con 47 puntos. En un partido que parecía que iba a ver goles,(a priori) los defensas se impusieron a los delanteros. El cuadro dirigido por Bielsa dejó al United sin marcar gol(algo que no sucedía desde el 7 de marzo).
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Autor: Oier Zumarraga
Twitter: @zumarraga_oier