Rioja y Joselu dejan al Elche con pie y medio en segunda
El Alavés también deja prácticamente sellada su partición en primera el año que viene, gracias al serio partido de los hombres de Calleja.
Elche y Alavés se veían las caras a tres partidos del final de la Liga en el que sería uno de los grandes duelos para la permanencia.
Con los puntos tan demandados, una victoria cambiaría por completo el panorama para el que la consiguiera. En caso de ganar los los locales, estos saldrían del descenso para dejar al Valladolid al borde del mismo.
Sin embargo si la victoria fuese para el cuadro babazorro, dejarían prácticamente firmada su participación en primera el año que viene.
El partido comenzó con un ritmo eléctrico gracias al alegre fútbol que propuso el Alavés, siendo Luis Rioja el jugador más activo en los primeros minutos con dos ocasiones claras.
Respondió el Elche con la misma moneda, obligando a Pacheco a mostrar su mejor versión para repeler ambos balones.
La posesión estaba siendo completamente de los vascos, y está se derivaba en ocasiones a su favor, en especial con el hueco que había encontrado Rioja por la banda de Palacios.
El Elche trataba de encontrar petróleo a la corta pero totalmente en vano ante el buen repliegue de los visitantes, que encima vieron como su esfuerzo daba recompensa.
La jugada no podía tener mejores protagonistas: Rioja, que estaba siendo de lo mejor de la primera parte, y Joselu, el máximo artificiero de este equipo.
Uno puso un centro raso, el otro se desmarcó y remató a placer para meter uno de los goles más importantes de su carrera, pues era media salvación.
El gol obligaba al Elche a dar un pase hacia delante, algo que el Alavés no le iba a dejar hacer, y en los 5 minutos que restaban de primera mitad, como en los 13 primeros de la segunda, el dominio sobre su rival sería indiscutible, y no pararían hasta no encontrar el gol de la sentencia.
Para lograrlo se cambiaron las tornas, y en esta ocasión fue Rioja quien remató un centro desde el lateral derecho de Joselu.
El tanto fue todo un bálsamo para un partido que bajó drásticamente el ritmo. Los visitantes le cedieron la iniciativa a un Elche carente de ella, y en consecuencia los ataques que proponían no gozaban de excesivo peligro, más allá de alguna jugada puntual en la que Pacheco sí que tuvo que esmerarse.
El Elche debería de encomendarse a un milagro para mantener la categoría, el cual pasaría por ganar los dos partidos que le restan, y esperar que se dieran los resultados óptimos entre sus rivales.