La salvación y el campeonato se celebran en Santo Domingo
El Alcorcón seguirá en Segunda después de ganar a un Espanyol al que el favor le llegó de la Ponferradina
Espanyol y Alcorcón llegaban a la última jornada del campeonato con objetivos a cumplir.
Más exigentes eran los de Santo Domingo, quienes podrían descender si los equipos en descenso ganarán sus partidos y ellos no lo hicieran, algo posible al tener enfrente al todopoderoso Espanyol, quien encima estaría espoleado por la posibilidad de quedar primero y ganar así el campeonato.
El partido lo comenzó dominando los pericos, con cuyas posesiones se quedaba siempre más cerca de la portería rival que lo que hacía el Alcorcón.
Dimata y De Tomás eran los dos puñales en ataque, y cada uno de ellos pudo haber asestado el golpe de gracia a su rival. El belga llegó a un balón en carrera y remató contra el lateral de la red, mientras que el español trató de inventarse una genialidad.
Por su parte, el Alcorcón trató de mostrarse sólido en defensa, a la par que en ataque explotaba sus bandas para hacer daño a lo hoy visitantes.
Precisamente por banda se abriría el marcador, pues sería Dani Ojeda quien la pondría atrás para el impecable remate de Hugo Fraile con la izquierda.
Con este resultado se fueron al descanso, un marcador que le daba la permanencia al Alcorcón, así como el campeonato a los catalanes, gracias al temporal empate del Mallorca en Ponferrada.
No obstante, a los pericos no les convencía la idea de no depender de ellos mismos, por lo que entraron al partido con una marcha más.
La imaginación de R.D.T y la explosividad de Embarba fueron los dos factores que comandaron la mayoría de los ataques de los ascendidos.
Sin embargo, los alfareros supieron cerrar filas para evitar el gol rival y presionar la salida de balón de los pericos, que vieron como en el minuto 75 se les escapaba el título de liga por culpa de la remontada del Mallorca.
Los locales no querían sustos y contemporizaron el partido a la perfección, tanto con los cambios, como a la hora de sacar las faltas, de banda, etc.
Además, el final del encuentro no fue tan agónico como cabría esperar, pues un gol de la Ponferradina le daba el título al Espanyol aún perdiendo su partido. Por ende, doble objetivo cumplido: salvación y campeonato, lo que se tradujo en un mar de alegrías rara vez visto sobre el terreno de juego.