¡Un milagro! Volvió el gol en España… Y a octavos
La Selección española se impuso por 0-5 a Eslovaquia y pasa como segunda clasifica a octavos de final. El rival, Croacia.
Vida o muerte. España se la jugaba si quería estar en octavos de final. Y Eslovaquia, también. 90 minutos para decidir el devenir del grupo, donde ni Suecia ni Polonia tenían nada asegurado, y con un Luis Enrique que buscó revolucionar con un once inicial nuevo para pasar de ronda.
España salva de nuevo a Álvaro Morata
Suecia comenzó haciendo un favor a España, con sólo un minuto de partido y ya ganando 1-0. Y eso pareció espabilar a la Selección española, que encerró en el área bien rápido a Eslovaquia en su área. Y al final, llegaría la gran ocasión. En un penalti que tuvo que ser revisado por el VAR de una patada a Koke de Hakub Hromada. Pero Álvaro Morata volvió a no cumplir. Martin Dúbravka lo adivinó perfecto.
España se recuperó a base de fútbol, dominio y ocasiones. Una de Pablo Sarabia, otra de Pedri, otra de Álvaro Morata… Pero de nuevo, el problema del gol. La única buena noticia estaba en que se hablaba de Martin Dúbravka que de Marek Hamsík. Y es que el portero fue el gran protagonista. Tras un tiro lejano al palo del jugador del PSG, el guardameta no acertó a despejar y se metió en propia.
Despertó tras el gol Eslovaquia. Comenzó a morder más en la presión y a buscar controlar el partido. Pero España no iba a dejarse. El paso de los minutos daba la razón al planteamiento de Luis Enrique. Y más con el 0-2. En un mal rechace de Hakub Romada, el balón acaba en el área en los pies de Gérard Moreno, que centra a corazón del área, y aparece un poderoso Aymeric Laporte para cabecear a la red. Y al filo del descanso. Un gol que vale por dos.
¡OLÉ!
Salió Eslovaquia a morder. Controlando el esférico, encerrando a España… Los cambios en el descanso le sentaron muy bien a la Selección eslovaca. La Selección española respondió robándole la posesión, alargando las jugadas, bajando el ritmo del partido. Somnífero directo al pecho del espectador.
Le duró poco la alegría y la revolución a Eslovaquia. Con España volcada en la construcción de juego y ataques largos, el balón acabó en la banda izquierda en las botas de Jordi Alba, el cuál puso un balón maravilloso al punto de penalti, donde Pablo Sarabia apareció para meterla dentro y asegurar así el pase a octavos de final. Sólo quedaba que Polonia remontase a Suecia para que la Selección española fuese primera.
España no se conformó. Quería ganar, y quería convencer. Y se avecinaba goleada. En una acción de córner sacado en corto, Koke se la dio a Pablo Sarabia, y este, con un buen pase al área pequeña, asistió a Ferrán Torres para que anotase de tacón. 0-4. Y la manita no se hizo esperar. En una acción de varios rebotes, Pau Torres remató a puerta y Juraj Kucka se la metió en propia.
La fiesta se redondeaba cuando se confirmó que Polonia remontó a Suecia con dos goles de Robert Lewandowski. Momentáneamente, España era primera de grupo. Hasta que Suecia puso el 3-2 y mandó a la segunda posición a la Selección española. Fiesta comedida. Nos espera Croacia.