Vuckic y Larrazábal, un problema de enjundia
Entre ambos, se comen más de 1 millón de euros del tope salarial maño. Sus altos salarios dificultan muchísimo su salida
Independientemente de que haya o cuando se haga el cambio de propiedad en el Real Zaragoza, la planificación del próximo deportivo del club maño tiene una rémora importante heredada del pasado. Esos son los fichajes que se acometieron de Gaizka Larrazábal y Haris Vuckic. Dos jugadores cuyo rendimiento estuvo muy lejos del esperado, que son claros descartes para el año que viene, pero a los que será muy difícil dar salida. ¿La razón? Sus altos salarios, inasumibles para muchos equipos de la categoría y no digamos inferiores.
Entre el vizcaíno y el esloveno se ‘comen’ algo más de 1 millón de euros del tope salarial del club. Su fichaje fue como estrellas, pero que han acabado estrelladas. Miguel Torrecilla se afana en un mercado tan parado como el actual en buscarles destino. Ambos manejan, sino propuesta, sondeo formal de clubes para salir en calidad de cedidos. Pero ninguno de los posibles destino quiere asumir la ficha completa del jugador.
Por el extremo está, desde hace semanas, el interés del Amorebieta. El conjunto zornotzarra lo incorporará gustoso, pero solo puede pagarle un porcentaje de la ficha. En el caso del esloveno, tiene cartel en ligas menores europeas como la holandesa, la belga e incluso la serbia. De hecho el Partizán es un equipo que preguntó por él. Pero los de Belgrado tampoco pueden (o no quieren) asumir todo su salario. Un grave problema para la planificación que Miguel Torrecilla deberá corregir de la forma menos lesiva para la economía del club.