Va por ti Cholito Barberá
El Atlético consiguió una victoria de oro en La Rosaleda, con un gol de Griezmann dedicado al pequeño Nacho Barberá
40 segundos. Fue el tiempo que necesitó el Málaga para complicarse la vida y darle una extra a un gran equipo como es el Atlético de Madrid. Esta vez no fue por un desajuste defensivo ni por un fallo del equipo local. Mala suerte. La diosa Fortuna ha demostrado, en los 23 partidos que lleva el Málaga esta temporada, que no está de lado de los malaguistas. Griezmann, el delantero galo y franquicia del Atlético de Madrid, se aprovechó de un rebote para plantearse solo delante de Roberto. Picadita y gol con una dedicatoria muy especial. El Atlético de Madrid se ponía por delante a los 40 segundos de partido; y el Málaga (como acostumbra) a remar a contracorriente.
El equipo malaguista no desistió. A falta de calidad, bueno es el coraje y corazón. Santo y seña de la entidad malacitana y el único clavo al que agarrarse esta temporada. El partido se convirtió en una batalla campal en el mediocampo. Se jugaba como si todos los balones fueran los últimos. Ideye bajaba balones cuyo suministro nunca llevaba buen destino. En-Nesyri, la gacela africana, se dedicaba a correr, sin suerte.
Por parte del Atlético, los rojiblancos se dedicaron a aguantar el resultado y encerrarse atrás, conscientes de su enorme fortaleza defensiva. Godín y Savic no eran de la partida, pero sí Giménez y Lucas. El otro nuevo fue Vitolo, que debutaba como titular en Liga Santander, y agarró rápido la filosofía “cholista”. Se vistió de cartero, para repartir “suerte” a los malaguistas. Hasta 5 faltas hizo el canario en la primera parte; terminó sin amarilla. El primer tiempo murió en tierra de nadie.
El segundo tiempo dio un vuelco. El Atlético cogió color malaguista y viceversa. El Málaga salió a morder y pareció más equipo de Primera que el propio equipo colchonero. Rosales obligó a Oblak a estirarse para evitar el primer gol del equipo malaguista. Lacen, que salió en el descanso y debutaba con el Málaga, demostró más ganas y calidad que jugadores como Adrián o Recio, defenestrado por el míster a la grada en un partido crucial. El equipo rojiblanco sacó a Thomas para aguantar el resultado, y a Correa y Torres para terminar de rematarlo.
El Málaga se quedó con uno menos. En La Rosaleda. Otra vez. Esta vez no fue por la expulsión de ningún jugador, sino por un tremendo golpe entre Torres y Lacen, que dejó casi inconsciente al futbolista argelino del Málaga. El jugador salió en camilla mientras el publicó coreaba su nombre. Aplausos en todo el templo malaguista. Colchoneros y malaguistas al unísono. Gesto precioso. El mismo que tuvo el goleador de la noche al dedicar la victoria a Nacho Barberá, futbolista de las categorías inferiores del Alzira, fallecido la semana pasada.
@daniluque16