Cuando las cosas no funcionan, cuando parece no ser el día, Oyarzábal aparece. La Real Sociedad venció por la mínima al Elche (1-0) gracias a un gol de su capitán en los últimos compases del encuentro. Los donostiarras aprovecharon una gran segunda parte para tumbar a un Elche que hizo un buen partido, pero que perdió el partido en uno de los pocos errores que cometió.
Ambos equipos llegaban al Reale Arena tras un buen arranque respecto a sus aspiraciones (2-3), pero con diferentes sensaciones. Los vascos afrontaban el encuentro tras una gran victoria en Granada, mientras que los ilicitanos visitaban San Sebastián tras encajar la derrota más dura del curso ante el Villarreal (4-1). Las jornadas intersemanales suelen dejar un carrusel de cambios en los encuentros del fin de semana, y así fue en los dos equipos. Alguacil, apretado además por las diez bajas en su plantilla, sacó al verde un once con hasta seis cambios, por las cinco modificaciones realizadas por Escribá. Por el cuadro local, caben destacar las entradas de dos jugador del filial en el equipo inicial: Lobete y Turrientes, que realizaron un encuentro notable. El técnico visitante no introdujo muchas sorpresas, pero sí modificó el esquema: varió del 5-3-2 habitual al 4-4-2.
Los locales, como suele ser habitual, y más en su estadio, comenzaron mandando sobre la posesión del balón y las llegadas. Turrientes y Merino gozaron de las dos primeras ocasiones, que no supusieron demasiados problemas para Casilla. El Elche salía poco, pero cuando podía lo hacía con mucho criterio y peligro. En una de las primeras buenas combinaciones del cuadro ilicitano, Mojica puso un centro fantástico a la llegada de Benedetto, que estrelló su disparo en el poste. Unos minutos después, los franjiverdes dejaron claro que iban en serio. Lucas recibió al espacio de Benedetto y cruzó un disparo que se marchó muy cerca del poste de Remiro. El Elche crecía y con muy poco ponía en problemas a una Real incómoda, lejos de las buenas sensaciones del primer tramo de partido.
Tuvo que llegar la segunda mitad para que los txuri-urdin recuperasen el ritmo. Los de Imanol salieron del vestuario como un ciclón y pronto pusieron en aprietos a Casilla. En apenas dos minutos se sucedieron las dos oportunidades más claras de los vascos. Primero fue Oyarzábal, que estuvo a punto de aprovechar un error en la zaga ilicitana con una doble oportunidad que sacaron primero Casilla y después Roco. Después llegó el turno de Lobete, con un mano a mano que cruzó demasiado ante la salida del meta catalán.
La Real apretaba y el gol parecía cuestión de tiempo, pero el Elche seguía en la tónica de la primera mitad: llegaba poco, pero siempre con mucho peligro. Así lo dejó claro Piatti, con un zurdazo desde fuera que repelieron entre Remiro y el larguero. Alguacil agitó el árbol con Portu en busca de un arreón definitivo. Y ante la falta de ideas y acierto txuri-urdin, un error ilicitano sirvió la victoria en bandeja de plata a los locales. Roco falló un despeje sencillo y por detrás apareció el más listo de la clase: Mikel Oyarzábal. El capitán aprovechó el error para quedarse solo ante Casilla, driblarlo con un toque y empujar el cuero a la red en el 81′.
Un gol que dio los tres puntos a la Real y que permitió confirmar la brillante racha de los vascos. Tras la derrota inicial en el Camp Nou, el elenco donostiarra ha sumado 16 de los últimos 18 puntos. Una dinámica que permite a los de Alguacil colocarse segundos en la tabla, a tan solo un punto del líder, el Real Madrid. El Elche, por su parte, encadena su segunda derrota seguida y se mete en la zona peligrosa de la tabla con 6 puntos. La próxima semana, los vascos se medirán al Getafe en el Coliseum, mientras que los ilicitanos recibirán al Celta tras dos encuentros fuera de casa.