Tablas en una intensa batalla entre Ponferradina y Real Valladolid

SD Ponferradina y Real Valladolid se enfrentaban en El Toralín para abrir la octava jornada de la Liga Smartbank. Los locales llegaban en la tercera posición con 15 puntos y con una derrota en la última jornada, en su visita a Las Palmas por 2-1. Los blanquivioletas, con una victoria 2-0 ante el Alcorcón trompían la racha de tres derrotas consecutivas y comenzaban la jornada en la decimosegunda posición con 10 puntos. El derbi castellano tenía más emoción de la que genera el partido de por sí, porque se presentaba clave para que ambos equipos no se despegaran de la parte alta. Los de Bolo querían olvidar su última derrota y recuperar puestos de ascenso directo, mientras que el Pucela necesitaba prolongar las buenas sensaciones del último partido.

Arrancó el partido con mucha igualdad e intensidad en ambos equipos. Fueron los visitantes los que quisieron desde un principio hacerse con el balón y poner el ritmo al partido ante la buena presión alta de la Ponferradina. A lo largo del primer cuarto de hora se pudo ver un partido muy rápido en las acciones ofensivas de ambos bandos, aunque la mayoría acababan sin mayor peligro en el balcón del área. Una pérdida de Kiko Olivas en campo propio que finalizó Yuri con un disparo lejano supuso la primera acción de peligro del encuentro.

Según pasaban los minutos, el partido como era esperado bajaba algo de intensidad y de ritmo. El Real Valladolid se hacia con algo más de balón, pero los locales con las líneas muy juntas dificultaban y pausaban mucho la creación a los de Pacheta. La Ponferradina, fiel a su línea de juego, una vez que recuperaba la posesión buscaba tanto a Espiau como con Yuri para intentar sorprender, aunque sin éxito. Superados los 35 minutos llegaba en los pies de Gonzalo Plata la ocasión más clara del Pucela y del partido. Sergio León recibía, una vez más, por dentro y tras girarse conectaba con el ecuatoriano en el interior del área, pero un gran Amir desbarató el uno para uno. El partido se animaba en los últimos minutos y en el 40 Naranjo lo probó desde lejos con un disparo potente al que respondió Roberto.

La segunda mitad arrancaba con lío, el árbitro a los 5 minutos de juego señalaba penalti por manos a favor de la Ponferradina, pero finalmente tras revisarse en la pantalla el colegiado López Toca corrigió su decisión. En la repetición se veía de manera clara que la mano que contactaba con el balón era la de Naranjo y no la de Queirós. Cuando mejor parecía que estaba el Real Valladolid, los locales conectaron una buena jugada ofensiva y Yuri dentro del área hizo el resto (1-0). El brasileño ante un flojo Nacho recortó y con mucha calma definió para abrir el marcador.

De nuevo, el fútbol volvería a hacer una de las suyas. La Ponferradina cada vez se sentía más suelta y el Pucela con menos fluidez, pero una gran jugada por la izquierda con un centro de Aguado lo finalizaba Alcaraz con un duro disparo desde el interior del área para empatar (1-1). El gol mejoró al Pucela y a diferencia de su rival, aprovechó ese impulso para en apenas 3 minutos, hacer el segundo por medio de Shon Weissman (1-2). Tras un buen centro desde la derecha, el israelí al segundo intento terminó metiendo el balón en la portería berciana desatando la locura de la afición visitante ubicada en ese mismo fondo.

Con los cambios en ambos equipos el partido seguía subiendo en intensidad y en el minuto 82 Yuri volvió a ganar la espalda de la defensa provocando un penalti y la roja para Queirós. El capitán no falló y volvió a colocar las tablas en el marcador (2-2) cuando restaban apenas 5 minutos para el final de los 90 reglamentarios. El final del partido no defraudo y se mantuvo al nivel de la segunda mitad.  El Pucela pese a estar con uno menos siguió buscando la portería rival al mismo tiempo que la Ponferradina hacia lo propio. Finalmente reparto de puntos en el Toralín en un gran partido de fútbol, especialmente en la segunda mitad. El Real Valladolid remó ante todo para sacar los 3 puntos, y pudo conseguirlos, pero Yuri no parecía estar de acuerdo.