El Burgos asalta el Carlos Tartiere
Partido donde el Oviedo no supo medir los tiempos y pagó su inefectividad. El Burgos aprovechó las que tuvo
Salía desde atrás el Oviedo tocando la pareja de centrales formada por Calvo y Costas. El Burgos hacía un muro en el centro del campo e interceptaba la acometida carbayona. Primer aviso de los de Ziganda con un disparo lejano que no entrañó peligro a Alfonso Herrero. Los jugadores del Burgos reclamaban un posible fuera de juego. Tras acercamientos de unos y otros, con el paso de los minutos, el partido pasó a ser un monólogo de los burgaleses, que estaban jugando a placer en la parcela de campo de los carbayones. De hecho, salvó Femenías el primero en un pase en largo de los de Calero que controló Matos, y aprovechándose de las dudas del guardameta azul en su salida, intentó picársela a Femenías, pero el portero supo corregir su fallo para evitar el gol.
Un aviso claro al que no tardó en seguir el gol. Se adelantaba el Burgos con un par de combinaciones que habilitaron al centro de Álvaro Rodríguez, para que Guillermo rematase con la derecha desde el punto de penalti, sin que Femenías pudiera hacer nada por evitar el tanto. La afición local pitaba a su equipo, que se mostraba nervioso en los primeros compases de encuentro. El Burgos, con mucho más empaque y seguridad. Una situación, la de los pitidos , que se prolongó hasta el descanso. El conjunto carbayón no tenía ideas y estaba fuera de sitio. Necesitaba el descanso.
Al filo del descanso, Jirka impidió el gol a su propio equipo. El disparo desde el punto de penalti por parte del Oviedo iba a entrar pero el futbolista local se interpuso y tapó el gol cuando el balón iba a entrar. No se movió el marcador al descanso.
La segunda parte comenzó con un balón de Borja Sánchez estrellándose en el palo. Derechazo desde la frontal del área con rosquita y el balón golpeó en el travesaño de la portería defendida por Herrero, que acompañó la trayectoria con la mirada. Espabilaban los de Ziganda. Poco después, Jirka se fue al suelo dentro del área, y los azules reclamaban penalti. Tras visualizar la jugada se confirmaó que Jirka recibió un pisotón en el tobillo, decretando el colegiado catalán la pena máxima. No falló Borja Bastón. La golpeó con la pierna derecha desde los 11 metros, mandando el balón arriba, siendo imposible para Alfonso Herrero detenerlo.
El Burgos se pegó un tiro en el pie forzando ese penalti. Le estaba dando vida al equipo de Ziganda, que estaba agarrotado. Cuando parecía que los carbayones estaban en disposición de lograr el segundo, llegó un nuevo mazazo en forma de gol. Falta botada por Saúl Berjón con la derecha al corazón del área la cabeceó, adelantándose a toda la defensa carbayona, Guillermo, que superó a un Femenías que estaba completamente vendido.
Lo intentaba el Oviedo, mucho mejor en la segunda parte. El segundo del Burgos llegó cuando el cuadro visitante menos se lo merecía. Borja Bastón estaba apareciendo todo lo que no apareció en la primera mitad. Le faltaba fortuna a los asturianos. En el tramo final de partido, cerró el conjunto burgalés el encuentro poniendo el tercero. Con el Real Oviedo volcado al ataque el Burgos lograba la sentencia, en una contra de los Calero en la que Medina le ganó la partida a Dani Calvo, que se fue al suelo en el choque con el delantero, quedándole el camino libre para superar a Femenías en su salida.
Los tres puntos volaban del Tartiere. El Burgos asaltó el feudo carbayón que pagó caro su falta de ideas y el irse arriba a por el partido.