El Barça tampoco gana con Sergi Barjuan
El Barça dominó con comodidad la totalidad del encuentro ante un Deportivo Alavés ultraconservador, pero no consiguió pasar del empate
FC Barcelona y Deportivo Alavés empataron a uno en un partido correspondiente a la duodécima jornada de LaLiga Santander. Bajo las órdenes del nuevo técnico interino, Sergi Barjuan, el conjunto azulgrana arrancó con intensidad y dominó el encuentro en su totalidad. No obstante, falto de ideas en el último tercio del campo, se topó con un Sivera magnánimo que no colaboró para romper la mala racha. Memphis Depay consiguió adelantar al Barça en la reanudación, pero el tanto de Luis Rioja cuatro minutos más tarde fue un jarro de agua fría que echó por los suelos la vitalidad culé.
Eric Garcia, el nuevo nueve
Ha sido una semana convulsa en can Barça. La derrota en Vallecas, la destitución de Ronald Koeman, la no llegada de Xavi Hernández… Pocos entrenadores aceptarían asumir un reto del calibre de entrenar a la entidad azulgrana en este momento de la historia, pero, al menos por ahora, Sergi Barjuan ha sido el hombre que ha cogido el timón de un barco que va a la deriva. Con apenas un par de días para preparar el encuentro, el extécnico del filial azulgrana presentó un esquema clásico 4-3-3, pero su conocimiento de los más jóvenes se hizo palpable desde antes del silbido inicial: Nico González y Gavi partieron como titulares al lado de Sergio Busquets, mientras que Balde, Ez Abde y Álvaro Sanz completaron la convocatoria.
Tras unos minutos de tanteo, fue el Barça el que tomó la iniciativa. A través de un centro del campo bien engrasado y conectado, la banda izquierda se convirtió en una plataforma de despegue para incontables centros. No obstante, la primera aproximación de peligro no provino de las botas de Jordi Alba, ni de Nico, ni de Memphis, sino de un protagonista inesperado: Eric Garcia. El central recibió un pase en su propio campo y adelantó un par de metros. La sorpresa vino cuando ningún defensor intentó frenar su avance. Eric atravesó medio terreno de juego hasta plantarse en el área rival, donde intentó combinar con el ‘Kun’ Agüero. El argentino no leyó sus intenciones y quedó demasiado escorado, por lo que tuvo que optar por un centro que repelió la defensa.
Varios intentos prosiguieron, pero Sivera, Lejeune y Ximo Navarro —quien tuvo que ser sustituido por unas molestias musculares— se encargaron de neutralizar el peligro. El primer disparo a puerta del partido tuvo que esperar hasta el minuto 18. Un saque de esquina que sacó Memphis Depay aterrizó de manera milimétrica en la cabeza de Eric Garcia. Sivera se lució estirándose hacia su derecha para detener la trayectoria del balón. En la jugada inmediatamente posterior, Jordi Alba no pudo controlar un pase filtrado de Gavi cuando el guardameta ya había sido superado.
El ‘Kun’ es protagonista, para bien y para mal
Animado por la ocasión de Eric y por tener la pelota de manera perpetua, Sergio Agüero se atrevió a disparar un cañonazo lejano que a punto estuvo de causarle un disgusto a Sivera. No obstante, el estruendo de un arma de fuego debió asustar a sus compañeros azulgranas, que pasaron de ser un voraz depredador a un manso gatito incapaz de hacer ningún daño. De hecho, fue el Deportivo Alavés quien más cerca estuvo de inaugurar el marcador a pesar de su planteamiento ultraconservador. Édgar Méndez dejó atrás a Nico por velocidad y remató de cabeza una falta botada por Rubén Duarte. El testarazo salió desviado, pero ya fue un aviso de que el Barça no tendría un partido tranquilo. Memphis respondió con un chut desde fuera del área que se envenenó y que complicó una parada, a priori, sencilla para el portero.
El ‘Kun‘, que poco a poco se iba ganando a los aficionados del Camp Nou, provocó el susto de la primera mitad. Tras un salto para intentar controlar un balón suelto, el ariete argentino notó un dolor en la zona del pecho y la garganta y empezó a sentirse mareado, hasta el punto de tener que tumbarse sobre el césped. Por suerte, pudo volver a levantarse y abandonar el campo por su propio pie sin requerir la asistencia de la camilla, pero su partido había acabado justo antes de llegar al descanso.
Memphis, Rioja y a otra cosa
No querían esperar. Se acababa de superar el minuto 48 cuando Memphis recibió de Jordi Alba cerca de la media luna. El neerlandés se dio la vuelta, recortó ante Laguardia y envió un balón teledirigido a la escuadra de la portería. Ninguna telaraña seguía en pie después de esto. De la nada, sin previo aviso, el Barça se acababa de adelantar con el cuarto gol de la temporada de Memphis Depay.
Mientras la euforia aún duraba, el público del Camp Nou recibió un jarro de agua congelada. Martín Aguirregabiria cambió el juego de banda y envió un balón larguísimo hacia Luis Rioja. El extremo se puso a correr y se fue de tres oponentes. Cuando parecía que ya no podía avanzar más, apareció Joselu para echarle una mano y devolverle la pared filtrada. Rioja recibió, se plantó frente a Ter Stegen, dribló y marcó a placer. El Deportivo Alavés volvió a igualar el marcador en un abrir y cerrar de ojos. Como si nada hubiera ocurrido.
A pesar del descalabro, los chicos de Sergi Barjuan no bajaron los brazos. Primero lo intentaron Coutinho y Jordi Alba con sendos bombazos desde fuera. A partir de aquí, Memphis y Gavi empezaron a gobernar y se echaron el equipos a los hombros. El centrocampista consiguió librarse de tres defensores y plantarse en el área, donde le esperaba el neerlandés en el punto de penalti. Cuando parecía que lo tenía todo de cara para marcar, envió el balón al larguero. Poco tiempo tuvo que pasar para que el ‘9’ azulgrana volviera a tener el balón en sus botas tras ser el destinatario de un globo, pero esta vez Sivera brilló al bloquear el disparo a bocajarro. E igual que ocurrió en la primera parte, después de unos minutos de alta intensidad, el juego se apagó.
El partido terminó con un empate a 1. El FC Barcelona tuvo la posesión en todo el partido contra un Alavés encerrado y ultraconservador que esperaba pacientemente el contraataque. A pesar de su superioridad y de un buen inicio, el equipo azulgrana se fue diluyendo y se vino abajo después de encajar el gol babazorro. De esta manera, los culés se colocan en novena posición, con 16 puntos. Por su parte, el Deportivo Alavés se irá a dormir decimosexto en la clasificación, con 10 puntos.