Ager Aketxe,»bon vent i barca nova»
En mitad de una trayectoria enrarecida del Athletic, Ager Aketxe se va para intentar la aventura americana
Mi muy querido Ager:
Tras varias idas y venidas has acabado yéndote buscando fortuna más allá de la que fue siempre tu casa. Es perfectamente comprensible: Venías de ser el puto amo en segunda división, en un equipo con solera como es el Cádiz, cierto, pero en la segunda categoría, para volver a la que ha sido tu realidad desde que te asomaste en el primer equipo de la mano del «Txingurri» Valverde.
Zurdo de talento nato, de los que tan pocos hay y tanto se añoran desde que Yeste era el terror de los rivales (e incluso de algunos de los que formaban el entorno del propio club), de puertas para afuera no parece comprensible que estuvieses poco menos que ignorado por el «Kuko», a pesar de que los muchos que machacan al míster por dicha decisión parecen haber olvidado que incluso tu primer valedor, el «Txingurri», fue más radical en tu paso de candidato a la alineación al rol de pipero paciente viendo pasar la temporada.
Entrabas fácil por los ojos. Tu tacto a balón parado es propio de quien tiene un talento innato para ello, tu porte sobre el campo era el propio del que iba excesivamente sobrado y, tal vez, querido Ager, pudiste haber pecado de soberbio. Que libra por libra tienes más talento que el 75% de la plantilla no se discute, que de puertas para adentro algo ha de suceder para que se te desaproveche de esta manera es innegable.
La realidad, tu triste realidad querido Ager es que compañeros con menos capacidades que tú han alcanzado ese horizonte que a ti se te parece negar. Desde la distancia, en tu aventura americana en Toronto, puede ser un buen lugar para reflexionar los cómos y pórques que te han llevado a nada menos que la MLS, tanto los factores propios como ajenos. Todo lo que no sea repetir tu éxito como en la tacita de plata se interpretaría como un fracaso y un argumento para los que defienden a capa y espada al club ante tu salida.
Sales de tu casa para demostrar que puedes ser cabeza de ratón y aspirar, en un futuro, a ser algo más que cola de león. Sólo el trabajo te llevará hasta ello. Lezama siempre tendrá las puertas abiertas, pero está en tu mano demostrar que, más allá de tu indudable calidad, puedes llegar a ser algo más que un resumen de skills en YouTube para una entidad de primer orden. Sólo tú, nadie más.
Que la confianza que algunos te negaron en casa la encuentres fuera, pero sobretodo demuestra que mereces esa confianza, porque si no, serás uno más de los que, teniéndolo todo para triunfar en casa, se quedó en el camino. Desoye al espejo y a los aduladores porque, querido Ager, por mucho que te digan, aun no has empatado con nadie. Tiempo tendrás y, si lo consigues, no dudes que la que siempre ha sido tu casa te recibirá con los brazos abiertos.
Sin más me despido, mi querido Ager, con un dicho popular de mi tierra que, a buen seguro, si lo aplicas te ayudará en tu camino: «Bon vent i barca nova».
Por @GomilaLopez