El Laredo supera al Rayo Cantabria claramente

En el fútbol no existe unas matemáticas exactas, siempre cualquier aficionado o periodista que quiera ir de adivino se equivoca siempre. En San Lorenzo se disputaba un encuentro en el que ambas escuadras venían con diferentes sensaciones. Por una parte los locales, llegaban a este choque tras perder ante el CD Cayón en un partido muy flojo y con unas impresiones que no eran muy buenas. Por otro lado, los visitantes habían ganado con autoridad al CD Tropezón en la anterior jornada y su dinámica era muy positiva.

El partido comenzó con una intensidad fuerte en el que los dos equipos intentaban dominar el centro del campo. La fortaleza de jugadores como Felipe Perero y Andrés Carral por parte pejina daban fuerza a una sala de maquinas rojilla que intentaba por todos los medios conquistar la zona medular verdiblanca.  El Rayo Cantabria no se sentía nada cómodo, tanto Gete, como Marcos Bustillo, no conseguían hacer su juego. Como casi siempre en los derbis el respeto se hacía más presente que nunca.

Pero todo cambió radicalmente. Durante diez minutos, más concretamente del 21`al 31`, todo fue una auténtica fiesta para los intereses del cuadro de San Lorenzo. Todo empezó con una falta sacada a la perfección por Iván Argos en el que rompía las telarañas de la portería defendida por Germán en un disparo seco y potente. Dos minutos más tarde, cuando aún los aficionados rojillos estaban celebrando el gol, Beceiro iba a conseguir el segundo tanto después de un robo tras presión alta del CD Laredo que sorprendió a la zaga santanderina y en un golpeo al palo largo el cancerbero visitante volvía a ver como le encajaban el segundo gol. En la vida hay un refrán que dice que: «no hay dos sin tres», y efectivamente, transcurridos 7 minutos más, Ibarrondo en una jugada por la derecha consiguió el tercer tanto para los locales, en una jugada individual después de un fallo defensivo verdiblanco.

El CD Laredo mató deportivamente en diez minutos a los de la capital, en el que pudo ser más caótico aún para los intereses de los pupilos de Ezequiel Loza, que vieron como Andrés Carral durante esos 10 minutos apoteósicos del Charles disparó desde la frontal del área, y Germán con las yemas de las manos conseguía desviar el esférico al travesaño, para acabar en un saque de esquina. Los hombres de Chiri ( hoy ausente por Covid-19) tenían claro en esta ocasión como hacer daño a un equipo como el Rayo Cantabria.

En la reanudación el míster verdiblanco quiso mover ficha e hizo dos cambios en el descanso quitó a Gaby e Izan y sacó a Jorrín y Dani González según palabras del propio entrenador para dar más profundidad al equipo. Pero el choque estaba ya casi sentenciado más que nada porque el Laredo salió con las ideas muy claras de no dejarse sorprender. Dejó que tocara el Rayo Cantabria el balón en el centro del campo mil veces mil, pero tanto la tocaban que cuando intentaban llegar a las inmediaciones del meta pejino se diluían como un azucarillo.

El Rayo Cantabria era incapaz de crear peligro y no chutó a portería hasta el final del encuentro y sin mucho entusiasmo, ya que los propios jugadores sabían perfectamente que este partido estaba perdido.  El CD Laredo apenas tenía cambios, había llegado a este encuentro bastante justo de efectivos, y eso a medida que avanzaba el partido se notaba, aún así su rival era incapaz de poder ponerles en aprietos. Incluso cuando el Charles se quedó con uno menos por la expulsión de Borja Ares por doble amarilla.

Los santanderinos tienen un pequeño debe este año, que es la falta de una figura rematadora y eso en partidos como este se nota, primero jugó como falso delantero Mateo Gandarillas, luego fue Izan, ambos futbolistas no estuvieron acertados, es cierto que Loza lo intentó de todas las formas incluso cambiar las bandas primero Saúl estuvo en la izquierda para acabar en la derecha, pero no era el día.

En San Lorenzo reinaba jugadores como Ibarrondo, Iván Argos, Felipe Perero, por no hablar de un incansable David Vinatea, Era el día del CD Laredo que sabía como matar el partido y sobre todo entendió como competir a un equipo como el Rayo Cantabria que estaba siendo una auténtica sensación durante esta temporada.

En definitiva, un encuentro en el que el Charles estuvo a un nivel muy alto defensivo, y con una efectivad muy buena en el concepto ofensivo, haciendo posiblemente el mejor partido o al menos el más serio de la temporada. Por otra parte, los hombres de Loza no fueron ellos y cayeron derrotados justamente ante un rival que fue superior en todas las facetas.