Los dos tantos del partido de ida le sirven al Liverpool para pasar a cuartos
El Inter consiguió ganar el partido (0-1) con un golazo de Lautaro que no fue suficiente
El Liverpool tras un 0-2 conseguido en el partido de ida, en San Siro, se medía ante un Inter que podía prever un escenario complicado: anotar dos goles ante un equipo tan sólido como el de Jürgen Klopp y con Anfield, como templo futbolístico, y una afición que siempre aprieta en las grandes citas, no suena nada sencillo.
Primeros compases
El encuentro comenzaría con una presión alta e incluso asfixiante de los de Klopp para intentar incomodar la posesión que tenía el Inter en los primeros compases. Curtis Jones y Thiago se alternarían saltando sobre centrales para ejercer más incomodidades.
Con la línea de tres centrales, los de Simone Inzaghi optaban por abrir el campo con los centrales a cada lado y unos carrileros pegados a la cal para intentar aprovechar las transiciones con la rapidez de Denzel Dumfries en el costado derecho.
Después de los diez primeros minutos del inicio, el partido andaba algo descontrolado: muchos duelos, con la pelota más tiempo en el aire, que controlada y jugada a ras del terreno. Con la presión del cuadro nerazzurri llegarían muchas imprecisiones y pérdidas del Liverpool en salida de balón, que el Inter intentaría sacar provecho sin suerte.
En el minuto 26 el partido se pararía unos minutos por un supuesto problema de salud de un aficionado, que sería atendido por las asistencias y ovacionado por la afición. Una vez reanudado el encuentro, el Liverpool dominaba y el Inter se encontraba con la dificultad de no tener jugadores más allá de Dumfries para aprovechar los espacios, cosa que reducía las posibilidades de llegar con peligro a la portería de Alisson.
Primeras ocasiones
Minutos después llegando al 30, Trent Alexander-Arnold pondría una falta milimétrica a la cabeza de Matip que se acabaría estrellando en el travesaño de Handanovic, inmovilizado como una estatua y viendo de la que se acababa de librar su equipo.
Una de las peculiaridades del encuentro serían las faltas laterales para ambos equipos y el Inter gozaría de una muy buena que estuvo cerca de suponer el 0-1 de no ser por la gran parada del guardameta red, botándole la pelota justo antes de atajarla.
Justo antes del descanso Alexis haría una entrada muy fea a la rodilla de Thiago que le costaría la amarilla, librándose de un castigo mayor.
Minutos después de iniciar el segundo tiempo Mohamed Salah tendría en sus botas una ocasión clarísima que toparía con el palo de la portería del arquero esloveno.
Premier ‘style’
A falta de media hora para finalizar, el partido iba cogiendo ritmo y cara de Premier con los correcalles correspondientes y las idas y vueltas de ambos equipos constantes, que daban pie a transiciones y a un juego más atractivo para el espectador.
Arnold siendo un correcaminos a la contra generaba peligro con su conducción y encendía las alertas del equipo italiano, que sabría redimirse con un auténtico zapatazo de Lautaro, que le quitaba las telarañas a la portería de Alisson.
Los de Inzaghi soñaban con marcar un segundo tanto, pero todo se desvanecería con la expulsión de Alexis, que demasiado tiempo había conseguido aguantar sobre el césped (por las entradas que había hecho), y por la substitución de Brozovic por molestias, después de haber dado un auténtico recital. La afición nerazzurra no se lo podía creer. Justo cuando mejor estaba su equipo. Aun así, no se rendirían y acabarían luchando hasta el final.
Últimos instantes
En el minuto 75 Salah se encargaría de completar el hat-trick de palos del conjunto red estrellando otro balón de un remate a bote pronto, tras un centro de Mané. El egipcio dejaría detalles de calidad sorteando rivales como la picadita de pelota por encima de Bastoni que implicaría una amarilla para el italiano y acabando el partido con 4 de 5 regates con éxito.
El Inter intentando agotar sus posibilidades se vería desgastado por el movimiento de lado a lado de la posesión de los locales que alcanzaría cerca del 70%. Ya en los últimos compases Luis Díaz, recién ingresado al terreno de juego, tendría una de las últimas que conseguiría salvar Arturo Vidal.
El partido acabaría con una falta mal aprovechada por el Inter y con el pitido final que permite pasar al Liverpool a la siguiente fase (resultado global: 2-1), pese a no haber estado acertado y haber perdido un encuentro en que el equipo italiano había dado la cara de forma significativa. La afición visitante agradecería el esfuerzo de su equipo con aplausos y cánticos, a lo que los jugadores responderían con el lanzamiento de sus camisetas para devolver el apoyo recibido.
Foto: REUTERS/ Carl Recine
Datos: Sofa Score
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