Sadiq, Arnau y Eguaras meten al Almería en ascenso directo

Almería y Ponferradina se enfrentaban en un partido transcendental para el devenir del último sprint de temporada. El Almería jugando en casa buscando la segunda y primera plaza que le lleve directamente a la máxima competición. Por otro lado y no tan lejos, la Ponferradina sumergida en una mala dinámica y perdiendo la estela de Oviedo y Girona. Un empate no deja satisfecho a nadie y una derrota dejaría muy tocado a cualquiera. Encuentros a los que se les llama finales.

Tanto el conjunto de Rubi como el de Jon Pérez Bolo empezaron dormidos y con poco ritmo. Se notaban los nervios del bagaje que tenía la situación y de que son tres puntos que iban a costar oro para el que los quisiese. La Ponfe tuvo el primer acercamiento en el minuto 12′ pero Naranjo no logró culminar. La réplica fue inmediata tras una buena combinación entre Portillo y Pozo, el que buscaba un centro sin aparentes apoyos. En la siguiente ocasión llegaría el gol de los locales. Umar Sadiq remata trastabillado con el muslo el centro de Centelles, anticipándose a Pujol.

Aunque el Almería abriese la lata primero, la Ponferradina logró conseguir la posesión del balón pero la gestión de él fue estéril. Además, las internadas en banda de Pozo por la derecha, y de Centelles y Appiah por la izquierda hacían mucho daño a la zaga de Bolo. A partir de la primera media hora, el cuadro berciano intentaba reaccionar sin pisar área. Dos disparos lejanos de Naranjo y Zalazar hacían saltar la alarma de peligro. Con esa calma acabó la primera mitad en los Juegos Mediterráneos. Esos dos destellos fugaces no fueron suficientes. El conjunto andaluz estaba muy ágil en las transiciones ofensivas y muy cómodo en defensa.

Ninguno de los técnicos quiso tocar nada al descanso. Salieron los veintidós protagonista que saltaron al campo al empezar el encuentro. El Almería no quiso apretar arriba cuando sacaba el balón Amir y juntaba las líneas en el centro del campo, de esa manera conseguía nublar las ideas de la Deportiva. En el 51′ un centro de Samú Costa mal defendido por la defensa de la Ponfe llega mordido a las piernas de Arnau Puigmal que como si fuese un palo de golf golpea con el esférico en el aire para mandarlo a guardar. Nada pudo hacer Amir para intentar evitarlo.

El equipo de Rubi seguía acechando el arco contrario. Portillo, poco después del segundo tanto, envía al larguero el balón tras palmearlo el portero iraní. Los cuatro cambios de Bolo no tuvieron ningún tipo de influencia en las ocasiones y el tiempo apremiaba para intentar sacar algo positivo. En el minuto 75′ saltó la polémica cuando un centro al área de Pozo daba en el pecho y luego en la mano de Pujol, que hizo saltar la furor almeriense. Pérez Pallas no quiso alertar a Trujillo Suárez.

Otro centro de Lazo en el minuto 84′ caía en la cabeza de Sadiq que no facturaría en gol. Esta vez aparecía milagrosamente Amir para justo bajo palos salvar a su equipo de un marcador más abultado. Cinco minutos después los mismos protagonistas se encontraban en un uno contra uno que Amir rechazaba. En el 90′ un maravilloso córner corto ensayado llega a las botas de Eguaras que con un recorte enviaba un misil imparable y colocaba el broche de oro al partido, que terminaba con el tres a cero en el luminoso.

Con la victoria el Almería se sitúa segundo clasificado esperando un partido transcendental la semana que viene en el José Zorrilla frente al Real Valladolid. No hay mejor manera de poder encararlo. En cambio, la Ponferradina recibe al CD Lugo en el derbi de los Ancares. Ahí tendrá el cuadro berciano una bala para acechar los puestos de playoffs.