Fiesta cadista a merced de un despistado Elche

Una vez más, el fútbol le daba la oportunidad al Cádiz CF de salir de los puestos de descenso. El oscuro partido del Mallorca les ha dado más ánimos que nunca a los cadistas de creer en una permanencia que lleva muchos meses atascada. Sin embargo, a pesar de los ánimos y de jugar en el Nuevo Mirandilla, el conjunto amarillo se enfrentaba contra un equipo que quería desmarcarse de forma matemática del descenso: el Elche.

Los de Sergio Rodríguez salieron a comerse el césped, con confianza y seguridad en lo que hacían y yendo con todo a por la victoria. Sorprendentemente, el Elche asumió rápidamente el papel de actor secundario en el encuentro y trató de jugar defensivamente y salir al contrataque. Así llegó la primera ocasión del partido: un disparo lejano de Kike Pérez que blocó Ledesma sin mayor problema. El partido se mantuvo intenso, pero cada vez era más físico por lo que las faltas se fueron sucediendo una tras otra, deteniendo el partido continuamente. La próxima gran ocasión de la primera mitad no llegaría hasta el minuto 38, cuando Gumbau lanzó un misil a quemarropa que Ledesma logró enviar a córner con una gran manopla.

Sin embargo, la acción no se mantendría y el árbitro pitaba el descanso sin que ocurriera nada más reseñable. Llegábamos al descanso y daba la sensación de que el Cádiz, que se estaba jugando mucho en este partido, iba a remolque del Elche, ya que no había logrado generar ocasiones de peligro ni inquietar lo más mínimo a los franjiverdes. Apenas quedaba nada de ese Cádiz poderoso y seguro que salió en los primeros compases.

La segunda parte comenzaba igual que la primera: el conjunto gaditano salía con la mente en morder al Elche. Eso sí, esta vez sí que estaban asustando a los visitantes. Negredo fue el primero en magullar a los de Francisco Rodríguez. Primero lo intentó con la zurda desde fuera del área y en el rechace intentó cabecear a puerta, pero ninguno de sus disparos vieron puerto. En la siguiente jugada, era Iván Alejo quien disparaba. Edgar Badía puso todo lo que tenía para detener el esférico, y con paradón frustró el nuevo intento cadista.

Entre tanto, llegaba la ventana de los cambios. A los pocos minutos de entrar Ezequiel Ponce, fue expulsado por un fuerte codazo a Luis Hernández. El jugador perdió los estribos y en apenas 3 minutos, sin haber podido tocar balón, condicionaba completamente el encuentro para los franjiverdes. El Cádiz, motivado por la superioridad numérica con la que contaba, atacó con fuerzas renovadas. Pacha Espino era el protagonista de la siguiente ocasión poniendo un cabezazo que confiaba que entraría, pero Badía, en una actuación espectacular de reflejos, volvió a echar el cierre a su portería y evitó de nuevo que el Cádiz se pusiera por delante.

Llegaba el minuto 80 y parecía que el Cádiz lo tenía muy difícil para superar a Badía. Sin embargo, en uno de tantos centros, llegaba finalmente el ansiado pero merecido gol. Un tanto que hacía estallar el Nuevo Mirandilla, los aficionados festejaban por todo lo alto lo que significaba ese gol para sus objetivos de temporada. El incombustible Negredo saltó más que nadie para rematar de cabeza un gran centro de Lucas Pérez que dinamitaba toda la zona de descenso de Primera División. Badía, que se había resbalado, se lamentaba, ya que de haber estado de pie podría haber rechazado el disparo abajo.

Dos minutos después, en un clamoroso despiste defensivo de los ilicitanos, Rubén Sobrino ponía el 2-0, de nuevo de cabeza. En un despeje largo de uno de los defensas cadistas, el delantero corrió más que nadie detrás del balón. Los defensas ilicitanos dejaron pasar el esférico, creyendo que Badía lo cogería en el bote. Sin embargo, el bote no llegó al área franjiverde, sino que fue antes de la línea del área, por lo que Rubén Sobrino saltó más que Badía para vencerle con simplicidad pero efectividad. Cádiz explotaba de júbilo porque con esta victoria valía su peso en oro.

El Cádiz, lejos de dejar correr el cronómetro, quería hacer la mayor sangre posible de un Elche muy despistado. Para finalizar, el Choco Lozano, con algo de suerte de un rebote anterior, batió a Badía con una bonita definición por tercera vez para poner el broche de oro a una tarde de 10. Los revulsivos, ante todo pronóstico, habían sido los que habían sellado la victoria para los cadistas.

Se acababa el partido con festival en la grada e incluso con una ocasión para conseguir el póker. Pero lo importante es que el Cádiz sale del descenso de forma momentánea por todo lo alto, superando a Mallorca y Granada y pudiéndose relajar por una semana. A falta de 3 partidos, el Cádiz estaba a 3 puntos de huir el descenso. El Elche recibió mayor castigo que el que merecía, y ahora lo lamenta teniendo que mantener un puesto en los puestos de abajo para asegurarse de que no se vuelven a meter en ese rifirafe.