Un efectivo Leganés deja sin opciones de playoff a la SD Ponferradina
La SD Ponferradina remó contracorriente, para morir en la orilla, en un partido que se le puso muy pronto de cara al CD Leganés. Borja Garcés fue el protagonista de un encuentro que Naim Garcia sentenció. Los bercianos tras firmar un gran año se despiden del playoff.
La SD Ponferradina se vio sorprendida por el fulgurante inicio del CD Leganés, que de la mano de Borja Garcés obtuvo dos goles de renta en el primer cuarto de hora de partido. El Toralín apuraba sus opciones de ver a su equipo en el playoff de ascenso, pero el marcador dictaba sentencia para los bercianos. Los locales no pudieron cambiar la inercia de un encuentro, que tras un segundo tiempo muy disputado, fue cerrado por los pepineros gracias al tanto materializado por Naim. Apeando a los locales de manera definitiva de las posibilidades de colarse en las eliminatorias de ascenso a Primera División.
Efectividad máxima del Leganés
El encuentro comenzó muy cuesta arriba para los locales. Tras los minutos iniciales de tanteo, una indecisión de la zaga berciana fue aprovechada por Borja Garcés para marcar el `primer tanto del partido gracias a un remate con la diestra de sencilla ejecución. Jarro de agua fría para una Ponfe que se mostraba más nerviosa de lo habitual.
Los bercianos dieron la replica con ocasiones de Ríos Reina y José Naranjo que no llegaron a buen puerto. Las bandas de los de Jon Pérez «Bolo» comenzaban a funcionar y un buen centro de Paris Adot no pudo ser materializado por Edu Espiau. Cuando mejor estaban los del Toralín llegó otro mazazo.
Borja Garcés en estado de gracia aprovechó una gran asistencia de Juan Muñoz para perforar de nuevo la portería local con un disparo ajustado al palo izquierdo. Ver para creer. La efectividad pepinera estaba siendo descomunal y el duelo se puso muy cuesta arriba para los de Ponferrada, que llevaban el peso del encuentro pero estaban sufriendo un severo castigo.
Un quiero pero no puedo de la Ponferradina
Dani Ojeda y Enrich percutían sin acierto ante un Leganés bien replegado que juntaba líneas para gestionar desde su campo la renta cosechada y salir a la contra con la boca pequeña. Los bercianos inquietaban a balón parado y una posible mano de Gaku Shibasaki mantuvo el encuentro parado y bajó las pulsaciones de los protagonistas. Finalmente el VAR decretó que la acción no era punible de ser decretada como pena máxima y el duelo continuó por los mismos derroteros.
Los últimos minutos del primer acto carecieron de ritmo y los parones fueron una constante. Naranjo pudo recortar distancias pero su testarazo se fue lamiendo el travesaño de la portería defendida por Asier Riesgo. Los locales querían meterse en el duelo pero se cargaban de tarjetas y tan solo una sucesión de saques de esquina pudieron alterar el simultaneo.
Los locales con la pólvora mojada
Tras el paso por vestuarios los madrileños comenzaron mejor y disfrutaron de sendas aproximaciones protagonizadas por Garcés y Bustinza. Los de Bolo tomaron de nuevo el pulso al encuentro, pero sus remates no encontraban portería ante la frustración local. José Naranjo se mostraba como el hombre más incisivo de los del Bierzo, pero la pólvora esta noche estaba mojada.
Los minutos corrían y la sensación reinante es que los de Medhi Nafti se encontraban cada vez más cómodos en el terreno de juego. Tan solo la lesión de Asier Riesgo, alteró un poco las intenciones del técnico visitante, que reaccionó a tiempo con un triple cambio metiendo oxigeno en el ataque pepinero.
El recién incorporado Yuri se dejó ver, pero el entramado defensivo de los foráneos estaba siendo muy solvente. Las ideas de los blanquiazules no prosperaban y las salidas a la contra de los madrileños auguraban un castigo mayor, como así fue a falta de diez minutos para la conclusión del encuentro.
Naim mató el partido con un remate con la zurda tras recoger el saque de su portero. Los últimos minutos fueron reflejo de la impotencia mostrada hoy por los de Jon Pérez. El Lega se mostró como un equipo muy ordenado y solidario, llevandose una victoria justa a tenor de lo visto en el terreno de juego.