Calleja y el Villarreal se congelan en Ipurúa
El Eibar de Mendilibar volvió a dar un espectáculo táctico ante su afición y se llevaron tres puntos importantísimos que les acerca a la sexta plaza
«Nos tomamos el partido de Eibar como una final». Palabras de Javier Calleja que se esfumaron como el humo en el frío clima invernal del norte de España. Lo que empezó con el esfuerzo de los operarios y socios armeros por retirar con palas hasta 15 centímetros de nieve para que el partido se pudiera disputar, terminó con una nueva muestra de la raza y coraje característica del equipo de Mendilibar para recompensar a aquellos valientes aficionados que se acercaron a animarles a su feudo. Y quien más que Kike García para darle la victoria a un Eibar que se acerca cada vez más a unos puestos europeos que parecían una utopía hace tres meses. Pero si algo le sobra a esta plantilla son las ganas de levantarse cada vez que les tiran al suelo. Como un caballo veloz e indomable, el conjunto vasco cabalga hacia el sueño de traer el fútbol de toda Europa a ese pequeño pueblo de veintiocho mil habitantes en Guipúzcoa.
Retomando las palabras de Calleja que introducían esta crónica, el Villarreal salto al terreno de juego de Ipurua sin Trigueros, Pablo Fornals, Roberto Soriano y Carlos Bacca. Todos ellos tuvieron que esperar su oportunidad desde el banquillo mientras que veían jugar a un once groguet plagado de rotaciones. La idea era bien clara: Aprovechar la presión alta y continua del Eibar para intentar salir con velocidad con Cherysev, Roger, Raba y Unal a base de balones arriba de los centrales. Lástima que para el entrenador madrileño esta táctica no le terminará de funcionar en la primera parte, una veces por desacierto de sus delanteros y otras gracias a la trabajada labor defensiva de la zaga blanquiazul. Por otra parte Mendilibar alineo su once tipo con un solo cambio que se llevaría todo los focos: Pedro León entraría por primera vez en el once titular esta temporada en sustitución de la estrella japonesa Inui. El murciano volvió como nunca y volvió a trazar pinceladas con sus botas de magia a cada balón que tocaba. Clave junto a Orellana en la ofensiva de los armeros en el encuentro.
El partido empezó más o menos igualado. El Villarreal empezó avisando con un tiro fallido de Ünal desde la esquina del área tras un grave error en la salida de Dmitrovic. Pero, más que amedrentarse, el Eibar siguió adelantando sus líneas hasta que se comieron por completo el impetú e iniciativa del equipo de Castellón. Defensa casi en el centro del campo, línea de 4 en la presión dificultando la salida de balón del pobre centro del campo, en cuanto a creación, del submarino amarillo, hoy formado por Javi Fuego y Rodri, para aprovechar cualquier error para lanzar sus poderosos ataques. Fue Orellana quien, con su ojo clínico, encontró un hueco a la espalda de Rukavina para así entregarle un balón a Pedro León que asistiría a Kike García que marcaría a placer ante la pasividad de Mario Gaspar en su marcaje. Ünal tuvo alguna que otra ocasión más para poder anotar gol pero el punta turco desde luego no tenía su día en ataque.
En la segunda parte el submarino amarillo consiguió mejorar gracias a la entrada de sus jugadores titulares. Fornals, Bacca y Trigueros dieron una mayor nitidez al ataque groguet pero, como viene siendo habitual desde su partida, el fantasma de Bakambu sigue mortificando las opciones del Villarreal de cara a puerta. Nula efectividad, algo poco característico en las últimas temporadas del equipo amarillo, que lastra al equipo en resultados partido tras partidos. Roger Martínez, el «teórico» sustituto del punta congoleño, erró dos ocasiones claras primero en una maravillosa volea dentro del área y posteriormente en un mano a mano ante Dmitrovic. El Eibar mientras a lo suyo. Continuó aprovechando la lentitud en transición de la defensa amarilla para seguir atormentando a la portería de Sergio Asenjo aunque, por suerte para el Villarreal, sin la misma efectividad que en otros partidos. Con esta nueva victoria, el Eibar duerme a solo tres puntos de la sexta plaza ocupada por el propio Villarreal. Mientras, los groguets encadenan una racha de 5 derrotas, un empate y una sola victoria en los últimos siete encuentros siendo esta la primera gran crisis de la época de Calleja. ¿Será capaz el entrenador amarillo de arreglar esta situación?
Por: @JFranF1
