El Athletic justo vencedor de la Euskal Herriko Txapela
El Athletic Club se impuso por un gol a cero ante la Real Sociedad gracias al tanto materializado por Mikel Vesga, quedándose con la Euskal Txapela. Partido serio de los bilbaínos frente a un equipo que no inquietó demasiado.
Los dos mejores equipos vascos del curso pasado se daban cita en el Municipal de Lasesarre para dilucidar el campeón de la Euskal Herriko Txapela. Athletic Club y Real Sociedad en pleno proceso de preparación para el comienzo liguero, protagonizaron un encuentro de los que no pueden catalogarse como amistoso, a pesar de las fechas en las que estamos y la propuesta de reparto de minutos de los entrenadores. Los leones se quedaron con la Txapela gracias a un solitario tanto de Mikel Vesga, firmando un partido muy aseado sin balón.
Buen ambiente en el feudo baracaldés para ver la puesta de largo de bilbaínos y donostiarras. Los zurigorris comenzaron mejor dando mayor sensación de peligro ente un equipo que al que le costó de inicio plasmar sobre el verde su habitual propuesta combinativa. Alex Berenguer dio el primer aviso de las intenciones de los de Ernesto Valverde.
El melón se abrió a balón parado
El dominio de los vizcaínos tuvo recompensa logrando adelantarse en el marcador en el minuto veintidós, gracias a un testarazo cruzado de Mikel Vesga. Falta lateral en el costado izquierdo, botada por Berenguer que el centrocampista rojiblanco ganó en la corta y su prolongación se envenenó haciendo imposible la estirada de Zubiaurre.
La tónica del encuentro continuó por los mismos derroteros. Dominio bilbaíno y tímidos chispazos de los donostiarras que no encontraban fracturas en la zaga contraria ni manera de poner a prueba a Iru. Con el paso de los minutos el ritmo bajó una marcha y el encuentro tornó en vulgar y anodino, sin ocasiones reseñables mas allá de alguna jugada a pelota parada.
La Real mejoró su imagen
Tras el paso por vestuarios los de Imanol Alguacil salieron a mandar y adueñarse del esférico. La intención de juego de los donostiarras era mas reconocible y aumentaba el nivel del encuentro. El Athletic comenzó a estar exigido los txuriurdines movían con velocidad y criterio obligando a su rival a retroceder unos metros y juntar líneas.
Buenas llegadas por dentro y por fuera a las que les faltó lucidez en el ultimo pase. Una buena llegada por el flanco izquierdo finalizo con un disparo alto de Rober Navarro en lo que fue un serio aviso. Valverde movió sus fichas metiendo a los pesos pesados en el campo. De Marcos y Muniain salieron al terreno de juego a templar el juego.
Cuando mejor estaban los de de la Bella Easo, sufrieron la expulsión de Diego Rico por un manotazo a un contrario que el arbitro entendió como desmedido. El encuentro se volvió un correcalles y Nico Williams sacó partido de la situación dejándose ver mucho y bien por el costado derecho.
La acciones de gol escaseaban, pero ambos conjuntos querían apurar sus opciones y el publico se divertía con la entrega de los contendientes. Los incesantes cambios daban frescura al juego. El Athletic fruto de la superioridad numérica dominaba la situación sin apenas contratiempos y llegó al pitido final con la sartén por el mango para llevarse la Euskal Txapela como premio a sus mejor puesta en escena.
Imágenes: @AthleticClub