Messi tumba al Atleti y acerca la Liga a Barcelona

El segundo de la Liga visitaba el campo del líder con la intención de avivar la emoción por el título y acercarse al sueño de ser campeón. Pero el templo blaugrana se mostró, una vez más, inexpugnable para cualquiera que ose profanarlo. El Atlético llegaba al Camp Nou tras una gran racha de resultados que provocó la denominación casi de ‘final’ para este encuentro. Los azulgrana llegaban cansados y heridos tras dejarse dos puntos el pasado jueves en Las Palmas. Ese ansia de reivindicación se notó desde el primer instante del partido, con el Barça siendo amo y dominador del juego y sometiendo al Atlético a prácticamente ni salir de su propio campo.

Valverde le dio la titularidad a Coutinho y el brasileño no defraudó. Incrustado por el lado derecho desde el inicio fue apareciendo más hacia el centro hasta posicionarse en la izquierda en la segunda parte. Un jugador versátil que demuestra su calidad cada vez que juega y encaja magistralmente en el esquema del Barça. Pero los más destacados de los primeros momentos del duelo fueron los de siempre: Leo Messi y Andrés Iniesta. No se cansan de exhibirse con el balón y de asustar a sus rivales. El empuje local era tal que al cumplirse diez minutos ya llevaban sacados cuatro córners aunque la defensa del Atleti impedía contabilizar ocasiones claras sobre la portería de Oblak. Simeone optó por un centro del campo sin velocidad ni juego por las bandas pero la línea de cuatro encabezada por Gabi y Koke se cerraba por el medio sin apenas dejar espacio. Ese apenas lo diluyeron entre Leo y Andrés, enchufados y precisos con la pelota y protagonizando las incursiones más peligrosas por la zaga colchonera.

Simeone vislumbraba nervioso el apuro de su equipo, incapaz de asociar varios pases seguidos y sin capacidad ofensiva. Valverde dirigía tranquilo desde el banquillo a sus jugadores dispuestos a encarrilar la Liga desde el primer minuto. Pero esa tranquilidad se tornó en preocupación cuando Iniesta se quedó en el suelo tras una mala caída. El manchego pidió el cambio inicialmente pero decidió seguir e intentarlo unos minutos más. Ya estaba roto, pero quería presenciar el golazo de Messi desde una buena posición. La falta que tantas veces hemos visto y que no nos cansamos de ver. Los 90.000 aficionados culés respiraban un aroma a golpeo que entra por la escuadra que ya es habitual mientras el 10 colocaba el esférico. Varios segundos después, un grito de júbilo al unísono celebraba la enésima obra de arte del D10S del fútbol. Parece imposible, con la barrera adelantándose, con Oblak en la línea adivinando el golpeo y tocando el balón incluso, pero la voluntad del genio argentino es imparable.

Con el 1-0 el Barça veía con justicia su dominio y el Atleti intentaba sobrevivir como podía. Pero la alegría duró poco ya que, efectivamente, Iniesta se tuvo que ir sustituido y no tenía buena pinta. Su lugar lo ocupó Andre Gomes, un sacrilegio al fútbol que Valverde pensó que era la mejor solución o, seguramente, la menos mala. La primera parte se fue consumiendo con superioridad azulgrana pero ya sin la sensación de peligro que atesoraba el capitán cada vez que pasaba el balón por sus botas. La inactividad de Griezmann y Costa era sideral y dejaba al Atlético huérfano de oportunidades a la llegada del descanso.

La segunda parte fue una batalla mucho más igualada, con Andre Gomes anclado al costado derecho y Coutinho pasando al carril de Iniesta pero mucho más desaparecido. El paso de los minutos sacó a la luz el cansancio del cuadro de Valverde y los visitantes apretaban cada vez más arriba. No les quedaba otra, la Liga se les escapaba y ya llevaban casi una hora de retraso. Los cambios del Cholo no se hicieron esperar y acabó jugando con cuatro delanteros con la inclusión de Correa y Gameiro. El Barça había perdido el protagonismo de la posesión y el público veía a Andre Gomes como el máximo culpable. Una sucesión de acciones erróneas provocó los pitos del respetable y un gran cabreo del técnico azulgrana. Valverde reprochó a la grada la falta de apoyo al portugués pero los pitos seguían sonando cada vez que tocaba la pelota. Era un problema que antes o después parecía inevitable. El atlético se lanzaba cada vez con más fuerza al ataque aunque Ter Stegen seguía siendo un mero testigo inclaustrado en su portería. El Barça intentaba aguantar el resultado y salir rápido al contraataque cuando el Atleti la perdía pero el cansancio acumulado lo impedía. A las piernas culés les faltaban precisión para adueñarse de nuevo del encuentro.

El partido comenzaba a parecerse a aquel que acabó 1-1 y que le dio una Liga a los madrileños en 2014. El potencial aéreo de Godín y Giménez hacían encoger los corazones barcelonistas en cada balón parado. Pero Umtiti y Piqué, que dio otro susto cuando recibió un golpe en la rodilla, se encargaron de rechazar cualquier atisbo de empate. El éxtasis del nerviosismo se vivió en el 86′ cuando Gameiro remató un balón en el área pequeña hacia la red pero el asistente de Gil Manzano levantó la bandera acertadamente por fuera de juego previo de Diego Costa.

Concluyó el encuentro y los tres puntos se quedaron en la ciudad del líder que vuelve a disfrutar de una ventaja considerable sobre su principal perseguidor. Victoria que parecía clara pero al final fue sufrida ante el Atleti que dejó escapar su mejor opción para engancharse a la pelea por el título. 8 puntos de ventaja a falta de once jornadas por disputarse y el ‘goal average’ a favor del Barça. El barcelonismo se fue safistecho del estadio pero con gran preocupación por la pérdida de Andrés Iniesta, cuya lesión se conocerá en las próximas horas, y por la ausencia otro día más de Ousmane Dembélé, hasta el momento inadvertido en las grandes citas.

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