La muralla burgalesa resiste en Gijón
El Sporting tuvo el control, la posesión y las mejores ocasiones del partido, pero el planteamiento ultradefensivo burgalés aguantó y sigue sin encajar gol esta temporada
El Real Sporting de Gijón y el Burgos CF sumaron un punto en El Molinón en esta tercera jornada de LaLiga SmartBank. El equipo rojiblanco dominó el partido; acumuló acercamientos y dispuso de las mejores oportunidades de gol durante los noventa minutos. Pero se encontró con una infranqueable defensa burgalesa. Con una línea de cinco y una de cuatro por delante con una única referencia (Pablo Valcarce, que ejerció como falso ‘nueve’) aguantó todo el choque e incluso en unos minutos finales algo anárquicos pudo hasta ganar a balón parado en un estadio que sobrepasó la barrera de los 20.000 espectadores, en parte gracias a los más de 1.000 burgaleses que acudieron a Gijón.
Fue una primera parte con un ritmo muy alto de juego. El dominio, para los rojiblancos, que contaron con las mejores ocasiones en esos 45 minutos. Queipo y Zarfino, con sendos remates desviados y Juan Otero con un disparo lejano que atajó Caro tuvo las más claras. Borja González, tras un pase medido y perfecto de Álex Bermejo tuvo la única blanquinegra, pero Mariño achicó bien el espacio y el lateral no tuvo hueco para definir con acierto.
La jugada clave del primer tiempo fue un penalti de Aitor Córdoba sobre Cristo. Ais Reig -que tuvo un partido para olvidar en líneas generales- señaló en primera instancia los once metros. Las protestas del Burgos acabaron surgiendo efecto, pues tras una larga revisión, Ocón Arráiz, llamó desde la sala VOR al colegiado que anuló la pena máxima a pesar de existir un claro agarrón en la acción, aunque se denota que insuficiente a todas luces para el colegiado tras su revisión.
En el segundo tiempo el guión no cambió. El Burgos se vio obligado por el empuje gijonés y por el desgaste a defender más atrás, con todos sus hombres en campo contrario. Pero lo hizo con una excelsa concentración y no concedió ocasiones. Los cambios al Sporting no le sentaron nada bien. Además y al Burgos, aunque tenía menos opciones Calero en el banquillo para elegir, sí, que logró meter piernas y le hizo a su equipo acabar mejor que el gijonés.
Solo Djuka con un remate que bloqueó Aitor Córdoba; y un disparo lejano de Pedro Díaz que desvió Caro y que Campuzano al rechace mandó arriba (de haber sido gol se habría anulado por estar algo adelantado), se pudieron contar como ocasiones rojiblancas. Al final del encuentro, el Burgos logró salir de su campo. También someter por momentos al Sporting y tener dos opciones, sin remate entre palos, a balón parado.
A pesar de la decepción del resultado, la parroquia local despidió a los suyos con aplausos. Lo mismo que la afición burgalesa desplazada. Quien se llevó la bronca, de lo más sonora, fue Ais Reig, tras un partido en el que el marcador no se movió. Ambos conjuntos suman 5 puntos, siguen invictos y en el caso blanquinegro, sin encajar aún gol en lo que va de temporada.