Griezmann desata la locura en el Cívitas Metropolitano
Un gol del atacante francés en el 101' da la victoria a los colchoneros en un partido que hasta entrado el descuento iba con 0-0 en el marcador.
El Atlético de Madrid arrancó la Liga de Campeones 2022-2023 con una agónica victoria por 2-1 ante el Oporto portugués, tras un partido gris del conjunto rojiblanco que se resolvió en los once minutos de alargue, donde se vieron entre el 92 y el 101 los tres tantos del encuentro.
El aspecto rojiblanco a la media hora era ya de absoluta resignación. Como si no hubiera modo de meter la cuchara aunque hubiera de jugarse aún una eternidad. En el eje volvía a echarse de menos jerarquía, aunque un cuarto futbolista tampoco hubiera estado mal. Porque además los carriles son agujeros negros que nada aportan. Nahuel Molina porque no puede o porque no sabe, cuestión que iremos descubriendo si es que no pierde el puesto antes; Carrasco, porque no quiere…
Los locales no pudieron encontrar a Álvaro Morata, mientras que a Joao Felix le faltó esa mayor regularidad en el juego que le demanda Simeone. El portugués, como es habitual, dejó destellos, pero terminó chocando casi siempre con su compatriota Pepe, una vez más ‘jefe’ de una defensa que no sufrió en exceso en las acometidas locales.
Lo mejor para el Atlético, así las cosas, fue que Witsel y Reinildo se manejaran con cierta solvencia atrás y que el rival no mostrara especial empeño por hincar colmillo. Otavio y Uribe, excelentes futbolistas, probaron suerte de lejos, mientras Evanilson topó con Oblak en situación forzada y Galeno se aturulló cara a puerta después de hacerse un llavero varias veces con Molina.
El ‘Cholo’ intentó de nuevo encontrar soluciones tácticas para mejorar las prestaciones de su equipo y metió Lemar y De Paul por sus dos carrileros, pero, pese al gol anulado a Koke, no logró que su equipo se ‘enchufase’ y eso permitió que el conjunto portugués fuese creciendo en este segundo acto.
El resto de sustituciones locales derivaron en sainete. Griezmann por Saúl para formar línea de cuatro, Hermoso por Morata para amagar con un regreso a la de cinco… y Correa por Joao para que el estadio fuera un clamor contra su entrenador por prescindir del 7. El Oporto, mientras a lo suyo. Merodeando el área rival con aviesas intenciones pero sin pólvora.
Hasta lo de Taremi, lo de Hermoso y lo de Griezmann. Llegó la locura en el alargue de más de diez minutos y el fin de la mala racha europea como local. El Cívitas explotaba de euforia y el Atleti se llevaba los primeros tres puntos.