Justo reparto de puntos en El Alcoraz

Los cántabros llegaban a tierras oscenses con numerosas bajas, la última la de Matheus, por ello, los hombres de Romo no tenían  delanteros puros para este choque. Eso si, con la moral muy alta tras ganar los dos últimos partidos por la mínima ante el Levante y el Zaragoza. Por su parte, el Huesca se presentaba ante su parroquia con la necesidad de sumar los tres puntos para poder estar en la zona alta de la clasificación.

El primer susto del partido iba a llegar a cargo del Racing con una jugada del mago verdiblanco Pombo que le hacía un pase en el área pequeña y el joven jugador Peque no iba a saber definir con eficacia. Los cántabros querían sorprender a un Huesca que comenzaba con ligeras dudas en su concepto del juego. Tomeo desde el inicio del juego en el medio campo  pasando por Juan Carlos en el enlace con la delantera local no conseguían dar tres pases seguidos y eso su equipo lo nota en exceso.

El Huesca buscaba el juego con la referencia de su atacante Carlos Kevin. Sin embargo, el Racing a la contra intentaba dar peligro a la movilidad de Peque. Eran dos formas de jugar diferentes pero las dos válidas para poder obtener la victoria y así conseguir tres puntos muy importantes a estas alturas de la temporada.  La primera aproximación del Huesca iba a ser por la banda izquierda en un centro muy peligroso de Mateu y Parera con muchos apuros desbarataba la ocasión.

El peligro de los locales era la verticalidad de Soko en la banda derecha, al lateral izquierdo verdiblanco Satrustegui le tocó en esta ocasión bailar con la más fea. El encuentro en este tramo del primer tiempo tenía ritmo y había circulaciones rápidas por ambas escuadras. Por parte del Racing, la amenaza no era otro que Pombo su visión, su elegancia y su toque eran su credenciales en su juego.

El Racing estaba leyendo muy bien el partido sin un delantero centro que fijara a los centrales oscenses, la movilidad de Peque hacía emplearse a fondo a la zaga local. El Huesca, quería jugar en campo contrario presionando desde el inicio de las jugadas que el Racing comenzaban desde atrás. El final del primer acto se vio a dos equipos reafirmando sus ideas futbolísticas de no sufrir en las áreas e intentar construir su juego desde la solidez defensiva.

El encuentro cogía tintes de una partida de ajedrez. Dos equipos muy serios en el juego defensivo y con las ideas claras de aprovechar las ocasiones que se pudieran tener. El partido tenía pausa en el comienzo de la segunda mitad, y eso hacía que la colocación de los jugadores que estaban en el tapete del Alcoraz fueran casi perfectas.

El Racing tenía el partido donde le quería y la SD Huesca hacía todo lo posible para estirarse y así intentar poder crear problemas a la buena colocación empleada por Guillermo Fernández Romo a su pupilos. Andrés Fernández por parte local intentaba dar salida a su equipo y haciendo las cosas bien. Dos equipos en buena forma y en una dinámica positiva hacían un juego muy igualado y sin que ninguna de las dos escuadras destacara sobre la otra.

Con la entrada de Camus y Arturo los visitantes cogieron más espacios a la defensa oscense ya que los hombres del Cuco Ziganda intentaban dar un pasito adelante y eso hacía que las marcas defensivas estuvieran más relajadas. Ante la igualdad manifiesta en el encuentro entre ambos equipos, el Racing hacía un juego un poquito más completo que los locales. Los santanderinos la tuvieron en las botas de Arturo que no llegó a un pase claro en el área pequeña en el minuto 90.

En definitiva, un encuentro muy competido en cada acción por los protagonistas del choque, y en que la justicia reinó en el Alcoraz con un empate, en el cua,l ambos equipos puntúan y siguen en su buena línea. Un partido con pocas ocasiones y las más claras para los cántabros.