Una victoria grogueta dedicada a Llaneza

Iban a ser los debutantes menos temibles de la categoría, pero la realidad es otra. Todos los equipos sufren para enfrentarse a los hombres de Miguel Álvarez y de Eder Sarabia. Impresionante inicio. Sorprender han sorprendido a todos; ¿casualidad? no la es, visto el nivel que andan mostrando semana a semana. Un Villarreal joven con energía en busca de la calma de la segunda división y un Andorra enamorado de la pelota con un juego atractivo y vistoso no solo para sus aficionados. Los dos se enfrentan en busca de una victoria que les saque de la zona media y dispararse de la clasificación.

La primera ocasión nacía de las botas del siete del Andorra, Hevel, que rompía por el carril del ocho pero no lograba batir al portero grogueta. El Andorra empezaba a todo gas el inicio de partido. Ritmo con balón y dinámico en tres cuartos de campo. Aun así, las transiciones del filial del Villarreal también hacían mella en la defensa de los visitantes, una llegada de Thiago Ojeda asustaba el arco de Lizoain. En el 22′ Albanis forzaba una falta en el lateral del área que Orellana disparó tenso al primer palo pero se encontraba con un siempre sólido Jörgensen. Al minuto, un centro tocadito de Vilà con una dejada a Bakis que solo enfrente del arquero, aparecía el noruego para parar como un portero de futbol sala el cañonazo del punta.

Tras el ecuador de la primera parte el conjunto andorrano era el que dominaba el encuentro con balón de manera fantástica. Los Orellana y Hevel llevaban los mandos ofensivos pero las ocasiones y llegadas de ambos equipos eran dispares y sin mucho peligro. El partido seguía la línea que marcaba el Andorra aunque una llegada de Thiago en el 40′ a pase de Fer Niño se marchaba fuera de la portería por poco. La primera parte acaba con un disparo de Collado que tapa bien Lizoain.

El comienzo de la segunda parte se abría igual que se cerraba la primera. La puntería del Andorra no iba acorde con su juego cuando tras un cambio de orientación de Moha hacia Altimira que se quedaba el balón enganchado al pie y cedía medio gol a Bakis que perdonaba otra vez. El futbol no entiende ni de dominio ni de errores. Un error en salida de balón del Andorra propicia una falta a favor del filial groguet. En el 54′ el Villarreal lograba abrir el marcador tras una falta botada por Dela que rechazaba al medio Lizoain y que Fer Niño se encontraba para empujarla al fondo de la red. La magia del balón parado en la Liga Smartbank.

La reacción del Andorra no se hizo notar hasta que en el 70′ a Moha le faltó una talla más de pie para empujar a dentro un centro lateral. Minutos más tarde volvía a perdonar Bakis a escasos centímetros de la portería de Jörgensen. Sarabia movía la coctelera con un doble cambio ofensivo, replicaba Miguel Álvarez con tres cambios metiendo un doble lateral en banda izquierda. El Villarreal B mantenía juntitas las líneas y el Andorra no conseguía dar una marcha más para superar la titánica defensa grogueta. Un final de partido descafeinado, el Villarreal sabía lo que tenía que hacer y el Andorra no supo llevar los tiempos y Sarabia recibía una tarjeta fruto de la desesperación. Mucho balón, mucho dominio, pero les faltó lo más importante: el ansiado gol. Los tres puntos se quedan en Castellón en honor al alma grogueta recientemente fallecido: José Manuel Llaneza.