El Deportivo no se encuentra en Valdebebas

El Deportivo firmó su primera derrota a domicilio ante un Real Madrid Castilla que continúa invicto en el Alfredo Di Stéfano. Los de Raúl González fueron superiores durante la práctica totalidad del partido, llegando a someter a los coruñeses en la segunda parte, a partir de la expulsión de Lapeña. Las sensaciones de los deportivistas no fueron buenas y dejan de lado la alegría que trajo la victoria de la semana pasada frente al Linares.

El comienzo del partido fue una muestra de lo que sería el resto del encuentro. Los locales manejaban el balón tranquilamente y llegaban al borde del área con la intención de generar peligro. Los visitantes, en cambio, pasaban del centro del campo y se quedaban sin ideas.

En uno de los acercamientos del Castilla llegó el único gol del partido. Una internada en el área de Álvaro Martín acababa con un golpeo al palo largo que hacía imposible cualquier intento de Mackay por detenerlo. Se ponía por delante el filial madridista en su casa, donde aún no ha sido derrotado esta temporada.

El Dépor y su falta de olfato

Después del gol el Deportivo trató de reaccionar. Sin embargo, la falta de ideas en ataque hizo que los intentos del equipo de Óscar Cano quedasen en nada. El buen hacer de la defensa madridista ayudó a impedir el avance deportivista. Precisamente un error de los locales en defensa dio lugar a la ocasión más clara de Dépor. Un mal despeje de Vinicius Tobias permitió que el esférico llegase a Mario Soriano. El ’10’ deportivista golpeó a puerta y entre el portero y el palo le privaron del gol.

La primera mitad tuvo hasta una jugada polémica. En un golpeo lejano aparentemente sencillo de atrapar Mackay se hizo un lío que asustó a la hinchada deportivista. No atrapó el balón y pudo haberse colado en la portería. La ausencia de tecnología impide saber a ciencia cierta si fue o no gol. Poco más sucedió hasta el descanso.

Espejismo y continuidad

En la segunda parte parecía que empezaba con una marcha más por parte del Deportivo. Intentaba combinar con mayor fluidez y consiguió penetrar en el área de De Luis en varias ocasiones, pero sin el acierto necesario como para batir al arquero. En una de estas caería Mario Soriano pero rápidamente el colegiado le diría que se levantase.

Si el resultado ya era negativo, a eso se sumó una acción desgraciada para los intereses del los coruñeses. Un balón en largo hacia Álvaro Rodríguez se complicó en exceso para la defensa y Lapeña cometió falta siendo el último hombre. El árbitro Cid Camacho lo tuvo claro y expulsó al central, lo que dejó a su equipo con una inferioridad numérica que hizo prácticamente imposible cualquier atisbo de remontada.

De ahí en adelante, con un hombre más sobre el verde la superioridad del Real Madrid Castilla se acentuó, entrando el partido en una fase de dominio absoluto de los merengues. Aún así, el Dépor tendría una última ocasión para empatar en un golpeo de Kuki Zalazar desde la frontal que por poco no se cuela en las redes de la meta local. Al final, el Castilla recupera sensaciones en casa mientras el Dépor ahonda un poco más en una crisis que parecía resuelta con el cambio de entrenador. Nada más lejos de la realidad.