Max Verstappen ganó. A esta altura del 2022 ya no es una sorpresa. Logró 13 de los 19 grandes premios que se disputaron hasta el momento. Sin duda un campeón indiscutido. Pero detrás de toda estrella debe estar un gran equipo y ahí es donde aparece Red Bull. Los de Milton Keynes volvieron a la gloria después de nueve años entre festejos y críticas por superar el límite de presupuesto.
La victoria del neerlandés en Austin fue contundente. Tal vez no tanto por la distancia con el segundo puesto de Lewis Hamilton, sino más bien por la forma en que lo hizo, incluso recuperándose de una pérdida de 11 segundos por una mala parada en boxes.
This is what it means 💙 A nine-year wait is over 👑 #GivesYouWings pic.twitter.com/vFxBWEHz4m
— Oracle Red Bull Racing (@redbullracing) October 25, 2022
Por supuesto que el trofeo que se llevaron a casa no habla bien solo de Verstappen, sino también de los ingenieros, mecánicos y todo el staff detrás del nombre Red Bull. Probablemente merezca más de un reconocimiento interno la persona que diseñó el RB18, Adrian Newey, el cerebro detrás de la máquina. Si bien el coche tuvo buen rendimiento desde el principio, la gran incógnita estaba centrada en los problemas de fiabilidad de los austríacos, lo que le permitió a Ferrari lograr una ventaja considerable en los primeros grandes premios del campeonato.
Los problemas se solucionaron, los pilotos empezaron a sentirse cada vez más cómodos con el monoplaza y los rivales empezaron a sufrir los mismos inconvenientes de fiabilidad y los errores de un piloto que parecía tener el campeonato en su bolsillo, como lo es Charles Leclerc, y hoy lucha por sostener el segundo lugar en el mundial.
A big thank you to Hannah Schmitz and Adrian Newey the 2 masterminds who have lead our comeback to the top pedestal of Formula 1 in the turbo-hybrid era🤩. pic.twitter.com/5Oufmq4SsF
— RBR Daily (@RedBullUpdates) October 24, 2022
El otro punto fuerte de Red Bull a lo largo del 2022 fue el mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez. Ya en su segundo año con los de la bebida energética, el latinoamericano consiguió dos victorias (en Mónaco y Singapur) y fue muy importante para que el equipo logre el mundial de constructores a tres carreras del final.
De todas maneras en el paddock todavía corren los rumores y enojos hacia la FIA. Esto se debe a la, hasta ahora, nula sanción hacia el equipo que es acusado por sus rivales de superar el límite de presupuesto asignado para el 2021 y que podría haberle generado una buena ventaja para desarrollar el coche que este año logró ambos mundiales.
La deuda, por ahora, es de la Fórmula 1. Años esperamos los fanáticos para tener un desenlace de campeonato como el del 2021 entre Hamilton y Verstappen. Más allá de las polémicas por la actuación de Michael Masi, que dos pilotos lleguen a la última carrera empatados en puntos genera el tipo de expectativa y entretenimiento que el público espera. Dos equipos peleando por un mismo puesto. Este año, como tantos otros, eso no sucedió. Y Otra vez vimos a una escudería tener un dominio absoluto: el de RedBull y sus alas de vuelo imperial.
Imagen portada vía: Red Bull Racing (Twitter)
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