El Atlético no levanta cabeza
Los colchoneros no pudieron desarmar a un Espanyol que jugó con diez durante más de una hora en un partido vibrante.
En uno de los momentos más críticos de la era Diego Pablo Simeone como entrenador del Atlético de Madrid, los rojiblancos recibían a un Espanyol que llegaba al Wanda tras dos empates consecutivos y en un momento también complicado. Se trataba de un choque de malas dinámicas, y es que ambos conjuntos se veían con la necesidad de sumar los tres puntos para acercarse a sus respectivos objetivos.
Pitido inicial
Durante los primeros 25 minutos, el encuentro fue muy parejo, con el Atlético situándose ligeramente en campo rival pero llegando con poco peligro. Antoine Griezmann estuvo muy activo en el primer tramo, aunque se fue diluyendo con el paso de los minutos. El Espanyol plantó cara presionando arriba y hasta haciéndose con el control del esférico pero con una posesión demasiado estéril.
La expulsión de Cabrera
El partido dio un giro de 180º cuando el coliegado Pulido Santana mostró la tarjeta roja directa a Leandro Cabrera en el minuto 28. Un despeje de Reinildo desde campo propio acabó conviertiéndose en un pase al espacio hacia Álvaro Morata, quien cuerpeó en carrera con el defensa uruguayo para alcanzar el esférico. En su afán para evitar que Morata le ganase la posición y encarase a Lecomte, Cabrera hizo caer al rojiblanco. El árbitro canario interpretó la jugada como una acción manifiesta de gol y mostró la cartulina roja para dejar a los visitantes con 10. A partir de aquí, el Atlético tomó totalmente los mandos del encuentro, jugando los 15 minutos restantes de la primera parte en campo rival y creando muchas oportunidades de gol. Sin embargo, los de Simeone no lograron concretar, así que el primer tiempo terminó con el resultado inicial.
Los segundos 45 minutos empezaron de la misma manera que acabó el primer tiempo, con un Atlético instalado cerca de la portería blanquiazul y con un punzante Reinildo Mandava, en un rol mucho más ofensivo del que nos tenía acostumbrados.
Conexión Joselu-Darder
En el minuto 62 y cuando peor lo estaba pasando, el Espanyol, en un ejercicio de supervivencia y sacrificio, encontró el gol en una jugada aislada. Tras un centro por banda derecha, Joselu Mato cedió de cabeza para un Darder que empujó el balón a placer y poner el Wanda patas arriba.
Efecto João
Con el 0-1 en el electrónico, el Atlético de Madrid se vio obligado a seguir con su plan. Parecía imposible que los locales no pudieran batir a un Espanyol en inferioridad y muy cerrado en su área. El factor diferencial fue João Félix. Su entrada en el 66, le dio a su equipo el empujón que le faltaba, aportando chispa y mucha calidad en los metros finales. Así pues, el portugués empató el partido tras un pase en largo de Thomas Lemar. El buen control orientado le sirvió para encarar a Lecomte, quien no pudo hacer nada delante el duro disparo al palo corto del menino.
Los últimos minutos 15 minutos de partido fueron de infarto. El Espanyol, con 10 desde el minuto 28, siguió defendiendose con todo y con todos ante las incesantes acometidas locales. Los rojiblancos las tuvieron de todos los colores, pero el marcador restó en1-1 hasta el término del partido.
Diego Martínez y los suyos rescatan un punto de oro que les sirve para alejarse del descenso en un partido que se les había puesto muy cuesta arriba. Por su parte, el Atlético de Madrid suma un empate con sabor a derrota pero con la certeza de haber hecho méritos de sobra para conseguir la victoria.
