El Celta B estrena el casillero de victorias en casa

El Celta B experimentó este domingo una sensación hasta ahora desconocida para sus jugadores y cuerpo técnico. El filial olívico consiguió su primer triunfo como local tras ganar por tres goles a uno a un Rayo Majadahonda que vuelve a la zona de descenso una jornada después de haber salido de la misma.

El encuentro comenzó con susto para los vigueses. Una avanzada por la banda izquierda de Mario García le permitió encarar portería al poco de comenzar el encuentro. Tuvo que estar veloz Christian Joel, más que afianzado en la titularidad, para tapar todos los huecos posibles y salvar los muebles de un filial vigués que se despertó con buen intento majariego.

Más adelante respondería el Celta B con una muy buena ocasión en su favor. La tuvo en sus pies Hugo Sotelo con un excelente disparo desde la frontal del área. Recortó ante la defensa y con la diestra conectó un chut que a poco estuvo de colarse en las mallas de Lucho García de no ser por el palo. De hecho, el arquero ni siquiera pudo ver bien el balón y se quedó haciendo la estatua. La fortuna le sonrió y el cero a cero se mantuvo en el electrónico.

Primer zarpazo del Celta B

No tendría tanta suerte el colombiano en el minuto 40 de encuentro. Un balón en largo de los celestes llegó a las botas de Pablo Durán, que intentó controlar el esférico. El cuero se marchó un poco largo, pero la indecisión a la hora de salir de Lucho hizo que pudiese llegar sin problemas y disparar cruzado. El portero, mal colocado y a contrapié, nada pudo hacer para evitar el tanto del de Tomiño justo antes de irse al descanso.

Tras el paso por vestuarios el Rayo parecía que se envalentonaba y en uno de sus acercamientos consiguió la igualada. En una jugada ensayada a balón parado llegó el gol. Christian Joel rechazó un buen tiro a puerta, pero no estuvo acertado con el despeje. Le cayó a Ofoli, que solo tuvo que empujar a puerta vacía.

Breve alegría

La felicidad fue efímera en el equipo de Alfredo Santaelena. Apenas dos minutos después volvían a adelantarse los vigueses. En una jugada muy parecida fue esta vez Carlos Domínguez quien empujó a la red tras una gran parada de Lucho que, al igual que su homólogo celtista, no acertó con el desvío.

Le sentó fatal el gol en contra al Rayo Majadahonda. En el siguiente ataque, los celtiñas doblarían su ventaja de uno a dos goles. Una combinación entre los dos Hugo, Álvarez y Sotelo, dejaba al segundo solo ante Lucho, al que picó el balón por encima. Parecía que podía llegar la defensa para despejar, pero estuvo más rápido Miguel Rodríguez para remachar y llevar al marcador el tercer tanto del Celta B

No se movería más el marcador, dejando por primera vez los tres puntos en casa para los de Claudio Giráldez, que aún no sabían cómo se sentía eso de ganar en su feudo. El Rayo Majadahonda, por su parte, suma la segunda derrota con Alfredo Santaelena al frente y finalizan la jornada en puestos de descenso.