Oda al fútbol de dos equipos a los que empatar no les vale
Leganés y Levante empataron en un soberbio partido para sumar un punto que poco les acerca a sus objetivos
Butarque sería el escenario de un duelo entre dos claros contendientes al ascenso. Leganés y Levante brindarían una increíble tarde de fútbol, cargada de goles y de jugadas propias de equipos de primera división.
Su situación clasificatoria así lo reflejaba. La victoria situaría a 3 puntos del liderato al equipo levantino, mientras que hacer lo propio para los madrileños implicaría dormir a un solo punto del playoff de ascenso.
El partido transcurrió de acuerdo a los intereses clasificatorios de ambos equipos, con una posesión ligeramente mayor en favor de los visitantes, pero con acercamientos similares.
Forzar a los porteros a realizar grandes paradas sería algo que ocurriría en los últimos compases del partido.
A nivel de golpes, el primero en golpear fue el Levante, que lo hizo desde los 11 metros. El penalti lo ejecutaría Campaña a las mil maravillas, pero el artífice sería De Frutos con una gran internada en el área.
Empataría rápidamente Arnaiz a los 3 minutos. Jugada hilvanada a las mil maravillas por todo el equipo y pase crucial de Juan Muñoz al espacio para Arnaiz, que se acomodó la pelota y la mandó al fondo de la red.
El partido parecía abocado al descanso, pero un forcejeo entre Vezo y Raba se convirtió en el penalti que podría darle el doblete de la tarde a Arnaiz pero sin embargo, él guardametas adivinó sus intenciones y paró el castigo.
Sería en la segunda parte cuando el propio Arnaiz se cobraría su venganza anotando el 2-1 que daba la victoria al Leganés. Su definición de killer ante Cárdenas fue sublime.
Podría haber sido el último gol del choque pero al Levante le apremiaba la victoria para continuar en lo más elevado de la clasificación. De esta forma fue hundiendo cada vez más las líneas del Leganés, hasta que por empuje y por, de nuevo una gran jugada de De Frutos, anotó el empate.
Empate que sellaría el marcador y que llegaría en una jugaba embarullada y finalizada por un Rober Ibáñez que no celebró el tanto en señal de respeto con la que fue su afición.
FICHA TÉCNICA