Victoria cómoda del Celta que respira
Victoria cómoda del Celta que respira y complica la vida al Real Valladolid
Se avecinaban curvas en Balaídos en un partido decisivo por la salvación entre dos equipos que estaban con los mismos puntos y que necesitaban sumar de tres con urgencia.
Nada más comenzar el duelo tendrían los gallegos una ocasión clara para abrir la lata de los goles. Cabalgada de Gabri Veiga hasta el área, le cedió el balón a Iago Aspas y este, de tacón, a Seferovic, que disparó pero el balón se marchó desviado. Desde la ocasión nada más arrancar el encuentro, ni Celta ni Valladolid generaron peligro en el área. Balón muy disputado e igualdad sobre el municipal vigués. Cada uno en su estilo.
Y si Seferovic fue el primero en dar el aviso, también lo sería en ver puerta. Poco antes ya la había estrellado Aspas en el palo y en el 16′ obtuvo premio el conjunto celeste. Buen centro desde la parte derecha, la peinó dentro del área Gabri Veiga al segundo palo y apareció el suizo para conectar un cabezazo al fondo de la red. Estaba un poco mejor que su rival el Celta y tras el primero, quería más. Buscaba velocidad en transición rápida el equipo de Carvalhal.
El Real Valladolid pasó a tener la pelota tratando de frenar los ataques del Celta. Tenía pocas ideas arriba el equipo de Pacheta. El Celta estaba metido atrás y muy cómodo en el partido. Tocaba y tocaba el cuadro gallego en campo propio moviendo al Valladolid de lado a lado, cansando al rival y tratando de encontrar espacios entre la defensa. Al filo del descanso salvó Villar en dos ocasiones el tanto pucelano. Primero, balón dentro del área para Larin, que le pegó en el mano a mano y el portero del Celta sacó la pierna al estilo de balonmano para sacar la pelota a córner. Justo después, remató picado abajo El Yamiq, metió una mano providencial y sobre la bocina salvó al Celta del 2-1.