El Badajoz visita a un Celta B que va como un tiro
RC Celta de Vigo B - CD Badajoz | Domingo, a las 17:00h | Vigésimo octava jornada de la Primera Federación | Estadio Abanca-Balaídos | Árbitro: López Parra | Un Celta B que mira a lo más alto de la tabla, recibe a un Badajoz recién metido en descenso.
Para los que teníamos un mínimo de raciocinio a principios de los ´90, cada vez que vemos que se repite una historia -y pasa más de lo que nos pensamos-, nunca existirá otro film que explique mejor lo que estamos viendo o lo que nos está pasando. Aunque en nuestro país volvimos a hacer una traducción espantosa de una película tan peculiar, «Atrapado en el tiempo«. Y es que cualquiera que haya visionado «Groundhog Day«, sabe a que me refiero cuando observamos que un hecho se repite una y otra vez.
Que un tipo huraño, antipático y egocéntrico se levante cada mañana en el mismo día, quizás sea llevar al límite e, incluso, al absurdo este tema. Pero quién no ha sentido alguna vez que se repite lo que está haciendo. Y no me refiero a cosas cotidianas, como que suene el despertador a la misma hora y en el mismo sitio. No, eso ni siquiera es un «déjà vu» – que por cierto es algo irreal que sólo confunde momentáneamente a nuestro inexplorado cerebro-. Simplemente es la maldita hora de ponerse en funcionamiento y empezar la jornada. Me refiero a cosas que nos pasan o vemos pasar que suceden una y otra vez, hasta el punto que parece que se repiten los días.
Algo parecido le pasa al equipo que visita mañana el Abanca-Balaídos. Y es que cualquiera que conozca de cerca los últimos 20 años de la historia del CD Badajoz, puede afirmar, sin miedo a equivocarse, que se repiten sucesos, situaciones y hechos una y otra vez. Lo que indudablemente lo hacen cuanto menos un club y un equipo peculiar. Ni mejor ni peor que cualquier otro, pero sí diferente. Un club que lleva dos décadas continuamente en una montaña rusa, cuando no suspendido en la cuerda floja. Que está casi siempre a punto de conseguir sus objetivos y, cuando mejor está, unas veces desaparece -hasta dos veces en este siglo, que se dice pronto- y otras está de nuevo al borde del abismo. Pero siempre con un denominador común -cual Ave Fénix se tratase- que no es otro que resurgir siempre de sus cenizas.
Y es lo que quiere empezar a hacer de nuevo mañana a las 5 de la tarde -por cierto hora torera-, en un estadio histórico como es Balaídos. Rodeado aún de incertidumbre institucional, hasta que se solucione el concurso de acreedores y metido de nuevo en descenso directo, volvió a resurgir la semana pasada en La Línea frente a La Balona. No en cuanto al resultado -sólo fue capaz de traerse un punto-, pero sí en cuanto a juego y sensaciones. Pues el conjunto de la capital del Guadiana, hizo su partido más redondo de la temporada. Sin omitir el fallo de uno de sus centrales en la marca en el gol encajado, esta vez en descargo de la zaga blanquinegra, hay que decir que hay una falta clara al guardameta Kike Royo, que debería haber invalidado la jugada y, por supuesto, el gol.
En cualquier caso este es el camino a seguir por el 11 que entrena el almeriense Salmerón. La afición blanquinegra pedía más intensidad y más motivación a los suyos. Y aunque ambas cosas son importantes para competir, en el campo tienes que dar soluciones futbolísticas. Y son las que ha dado su técnico. Ha vuelto a la defensa de 4, poblando más el centro del campo. Donde se hizo dueño y señor del partido. Y no por anular al equipo contrario, que también, sino por ser capar de hacer un fútbol combinativo, jugando el balón desde atrás. Con una precisión, una calidad y una rapidez que demuestran la calidad del conjunto pacense. Que con su capitán Borja García de nuevo en la zaga, demostrando su hegemonía se ha hecho más fuerte. Con Calderón como su jugador más incisivo y más en forma, con la dupla Mancuso y Raúl Palma -que cada vez está dando un mejor nivel, con la calidad de jugadores como Alfaro o Adilson y con su delantero David Soto «on fire», llegan en un buen momento de juego y de forma, para encarar con garantías estas últimas 11 finales y conseguir la salvación que este club merece.
Para empezar mañana en su primera final, se va a encontrar con uno de los morlacos de la categoría. Y es que el RC Celta B, que entrena su joven entrenador Claudio Giráldez, lleva una de las mejores rachas de cualquier equipo de la categoría durante esta campaña. Con una sola derrota en sus últimos 10 partidos -hecho este dificilísimo en un grupo tan igualado- y con 3 victorias y 1 empate en los cuatro últimos. Sin duda el conjunto de la ciudad Olívica ahora mismo impone mucho respeto y puede que algo de miedo. Y no sólo porque el filial de la «canteira celeste» se haya metido en el playoff de ascenso -y ya sabemos que va a luchar por todo-, sino por como lo ha hecho.
El conjunto de la ciudad con mejor iluminación navideña de este país, está haciendo un fútbol de muchos quilates. Uniendo a la indudable calidad de sus jugadores -algunos ya han debutado con el primer equipo de Aspas y compañía y con las selecciones de su categoría-, imprimen un ritmo frenético en cada acción de partido, propio de superior categoría. Por no hablar de la pegada descomunal que atesoran. Un conjunto que te sabe dominar con balón, pero que también te puede matar en las transiciones. Cuenta con jugadores top para la categoría como Calderón, Pablo Durán o Lautaro. Y por encima de todos ellos su capitán Iker Losada. Un extremo derecho, con vocación de delantero, que ya lleva enchufadas 9 dianas. Atentos por tanto a esa banda en Balaídos.
En cualquier caso, los dos conjuntos que se enfrentan mañana, en jornada vespertina, en la ciudad de Vigo, no querrán que se repita la historia del año pasado. Y, una vez más, quedarse sin conseguir sus objetivos. Los gallegos se quedaron a un sólo punto de meterse en el playoff y no querrán que se repita la historia. Y los extremeños un año más no consiguieron tampoco sus objetivos, para no variar tampoco en su enésima historia repetida. Su objetivo este año es la permanencia en Primera Federación y los blanquinegros no querrán levantarse al día siguiente de acabar la competición, viendo que su historia se repite -por lo que lucharán hasta el último minuto-.
Como aquella historia de la peli de la que les hablaba al principio, «El día de la marmota«. En la que un genial Bill Murray interpreta a «Phill«, un tipo que se despertaba cada mañana condenado a repetir el mismo día, una y otra vez. Hasta que consiguió encontrar el sentido a su vida y enamorar a una espectacular Andie macDowell. Consiguiendo de esta manera no volver a repetir, una y otra vez, el mismo fracaso y tropezar de nuevo con la misma piedra. La historia está para cambiarla. También la historia personal de cada uno. Aunque se fracase una y otra vez. También la historia de Celta B y Badajoz. Todos tenemos la oportunidad de reescribir nuestra propia historia, sin olvidarla, para no estar condenado de nuevo a repetirla. Y, ¿por qué no? Que el futuro sea más brillante y, más pronto que tarde, sea en el fútbol profesional.