El Getafe dio un paso atrás en su lucha por lograr la salvación en la máxima categoría del fútbol español al ceder un empate (1-1) en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Elche, que exhibió profesionalismo y seriedad pese a no jugarse nada.
La importancia que le daban los de casa a conseguir los tres puntos, casi innegociables teniendo en cuenta la necesidad y que enfrente había un rival ya descendido, se hizo patente pronto. A los siete minutos Carles Aleñá realizó un excelente movimiento para quitarse dos rivales de encima, abrió la pelota hacia el costado diestro donde estaba Damián Suárez y el centro de este al segundo palo lo remató Munir para poner por delante a los suyos.
Reaccionó muy rápido el cuadro visitante, que al poco de sacar de centro probó a David Soria por primer vez con un golpeo potente de Randy Nteka desde el interior del área. No fue la única del atacante que, instantes después, la mandó alta también en buena posición.
Los avisos sirvieron para que el anfitrión entendiera que no había espacio para la relajación pese a ir por delante. A partir de ese momento volvió a hacerse con el control del juego y a sentar sobre él las bases que le llevasen a crear ocasiones de gol casi por inercia.
Así, un saque de puerta de Soria lo descolgó del cielo Enes Ünal, dejando la portería de cara a Damián Suárez. Recortó bien el argentino para acomodarse el esférico, pero cortocircuitó a la hora de ajusticiar y acabó enviando su disparo desviado.
Tuvo también otra el propio Ünal, quien cuerpeó para ganarle un balón dividido a Magallán al borde del área y cabeceó como pudo al ver al cancerbero adelantado. El remate se fue acercando con suspense al marco, pero acabó perdiéndose por la línea de fondo.
De ahí al descanso la sensación era que reinaría la calma, aunque de repente todo se le puso cuesta arriba a los azulones. El primer contratiempo fue la lesión de un pilar como el centrocampista Mauro Arambarri, que con un aparente problema muscular se marchó cabizbajo a los vestuarios.
No fue el único revés ya que el Elche acabó pasando de la amenaza, un cabezazo abajo de Nteka desviado de forma sobresaliente por Soria, a los hechos cuando un saque de esquina peinado en el primer palo terminó por empujarlo Boyé a la red también por vía aérea.
La segunda parte empezó con alternativas para ambos. Ünal, en un lanzamiento lejano de falta, inquietó al conjunto ilicitano. Y Nwankwo primero, con testarazo a la salida de un córner que no se marchó muy lejos del larguero, y Boyé después, en un impacto que iba a puerta y desvió Mitrovic, generaron también peligro.
El contexto obligaba a los locales a buscar el segundo y, con esa intención, Bordalás metió en el campo a Gonzalo Villar y a Latasa. Se vio entonces a un Getafe más incisivo que lamentó en el minuto 75 una clarísima oportunidad de Mayoral, blando en la resolución cuando se había quedado solo.
Hubo ganas hasta el pitido final pero fue lo más cerca que estuvieron de adelantarse, nublados en parte por la presión de sentir como se esfumaba una oportunidad de oro para tener algo de tranquilidad de cara a pugnar por la permanencia.