La Real afianza su cuarta plaza
Triunfo plácido a pesar de ser por la mínima de los txuri urdin ante una UD Almería que pagó el jugar en inferioridad una hora menos
Duelo de opuestos, pero al que ambos equipos llegaban con necesidad para lo que son sus objetivos. En el caso txuri urdin, esa cuarta plaza que ostentan y que quieren mantener a toda costa en las jornadas que restan. Para los almerienses, buscar sumar algo que les acerque a esa salvación en la categoría. Y comenzaron mejor, porque Lázaro buscó las cosquillas a Remiro con un disparo tras una pérdida de los realistas en su propio campo, pero el guardameta navarro respondió con acierto.
La Real fue poco a poco amasando el control a través de la posesión ante un Almería bien plantado, pero que se exponía bastante. Sin embargo, los txuri urdin estaban poco precisos y la lesión de Silva no ayudó tampoco, en la parcela atacante y eso hacía que no crearan grandes ocasiones ante la portería de Fernando. El partido cambió totalmente a menos ya de un cuarto de hora para el final. Luis Suárez hace una entrada a Le Normand que González Fuertes castiga con tarjeta, pero el desde la sala VOR revisan y acaba siendo roja directa. El cuadro andaluz tendría que buscar sobrevivir y sacar algo jugando casi una hora en inferioridad.
El estar con uno más lo notó la Real Sociedad. Las ocasiones que no encontraba, ahora si llegaban. Carlos Fernández remató alto un buen servicio que se quedó muerto en el área. Parecía más fácil que fuese gol a que no. Perdonó ahí y el Almería aguantaba hasta el descanso, hasta que apareció Kubo con un gol clásico suyo. El nipón jugando a pierna cambiada se mete hacia dentro y conecta un disparo al palo largo imposible para Fernando. Ventaja donostiarra con un gol de esos que llaman psicológicos.
Movió su banquillo Rubi para intentar ganar protagonismo en el ‘verde’ del Reale Arena, pero la Real Sociedad estaba sabiendo aprovechar muy bien su superioridad numérica. Además estaba de dulce Kubo, que fue una pesadilla constante para la defensa indálica y si no era con disparos suyos era con asistencias, que sus compañeros tampoco acertaban a finalizar, manteniendo la incertidumbre en el marcador. Un electrónico del Reale Arena que no se movería a pesar de los intentos donostiarras, porque Barrenetxea se encontró con la madera en la última de un partido que, a pesar de ser un triunfo mínimo, fue plácido para el cuadro de Imanol.