Lino desciende al Espanyol
El Espanyol se despide de primera división al recibir un gol de Samuel Lino sobre la bocina
Un gol de Samuel Lino en el minuto 90+3 significa la perdición del Espanyol. La épica se alineó en contra del equipo perico, que lo tuvo al alcance de las manos pero que no pudo mantener el 1-2 que le daba la vida. El empate sella virtualmente la salvación de los locales.
El Valencia empezó como un tiro. Muy imprecisos los de chicos de Luis García en la salida de pelota y lentos en los repliegues. Como murciélagos hambrientos, los valencianistas desplegaban ferozmente las alas en cada contragolpe. Lato y Diego López causaban estragos en el entramado visitante. La presión se convertía en asedio con el paso de los minutos, al mismo tiempo que los blanquiazules resoplaban con cada ataque fallido de los chés.
Y el que avisa no es traidor. Un centro aparentemente sin veneno acabó a pies de Diego López tras un tímido rechazo de Pacheco. El canterano marcaba su segundo gol en la élite al anotar a puerta vacía. Pero el Espanyol ofreció respuesta inmediata gracias a un gran testarazo de César Montes a centro de Cabrera.
Intercambio fulminante de goles que dejaba el partido de nuevo sujeto a la igualada y al mismo guion de partido, con el Espanyol poco lúcido en mediocampo y con los valencianistas rozando nuevamente el tanto. Con todo esto se consumían los primeros 45 minutos.
En la reanudación, Luis García añadía pólvora, y de la que explota. Le bastaron 4 minutos al recién ingresado Braithwaite para demostrarlo y poner la lucha por el descenso patas arriba. El danés aprovechaba una pelota muerta dentro del área después de un manotazo de Mamardashvili.
Con la desventaja en el marcador, los aficionados chés presentes en Mestalla vivían el partido con un ojo puesto sobre el césped y otro en el móvil, pendientes de cualquier movimiento susceptible de hundir su equipo en la tabla. Lejos de caer preso del nerviosismo, el Valencia siguió apretando, hasta embotellando a los pericos.
Para revertir la situación, Baraja daba entrada a Hugo Duro y a Foulquier, mientras que el Espanyol incorporaba músculo y velocidad con Vini y Pedrosa. A falta de 20 minutos para la conclusión, la situación en Mestalla rozaba el dramatismo: los visitantes necesitaban mantener la ventaja para quedarse en primera y el Valencia necesitaba empatarlo si quería no jugárselo todo el próximo domingo.
Si bien los locales lo habían probado con paciencia y cabeza durante la mayoría del duelo, en los últimos minutos todo se revolucionó. Cada minuto que pasaba era una bendición para el Espanyol y una bala perdida para el Valencia. Y en una de esas, el Valencia obtuvo el ansiado premio. Esta vez fue Lino que se plantó dentro del área con una conducción y batió a Pacheco con un gran disparo. 2-2 y jarro de agua fría, más bien helada para los pericos. Un gol que virtualmente salva al Valencia y manda de una patada al Espanyol a segunda. Un gol que será recordado como uno de los más trascendentes de la historia del club perico.