Bellingham, un diamante en bruto para el esquema de Ancelotti
El debut del inglés con la camiseta blanca maravilló al cuerpo técnico del Madrid gracias a su enorme abanico de recursos
A lo largo de los últimos años, el fútbol tradicional al que veníamos acostumbrados en las últimas décadas ha cambiado por completo. No solo porque con el paso del tiempo hayamos visto una transición más que evidente hacia un deporte mucho más físico, sino porque, además, los conceptos básicos han cambiado por completo.
Una transición en la que el fútbol posicional ha desaparecido. Algo que desemboca en la evidente desaparición de algunas posiciones que antaño dieron lugar a algunos de los futbolistas más talentosos del panorama, como es la posición de mediapunta. Algo que, sin embargo, no implica que los mediapuntas hayan desaparecido del verde, sino que han tenido que cambiar su fútbol. Y Jude Bellingham es el ejemplo perfecto de ello.
Bellingham apunta a ser el eje de la medular de Carletto
El joven centrocampista inglés ha sido la gran apuesta del Real Madrid en lo que llevamos de mercado de fichajes. Y apenas una hora sobre el terreno de juego en su debut en un partido de pretemporada con la camiseta blanca avalan la fuerte apuesta del conjunto blanco por él. Carlo Ancelotti probó en la medular una formación de rombo para dar cabida al inglés como enganche por detrás de Brahim y Joselu, pero lo cierto es que poco importó la formación elegida.
Una hora en la que Bellingham demostró ser el centrocampista del futuro, mostrando un equilibrio cuasi perfecto entre habilidad técnica, capacidad física, y una extraordinaria lectura de juego. Un aspecto que hace destacar al inglés por encima del resto es la inteligencia de sus movimientos, tanto con balón como sin él, apostando casi siempre por la opción correcta y abriendo espacios para habilitar a sus compañeros.
Su capacidad de asociación con el resto del equipo fue otro de los aspectos que destacaron en su debut de blanco, siendo la piedra angular que dirigía la mayoría de los ataques de los de Carletto. Un hecho que, de la mano de la enorme habilidad técnica que atesora en sus botas, con una gran capacidad para dar ese último pase, le hizo destacar como esa figura de enlace entre la medular y la zona de ataque que el conjunto blanco había echado en falta en los últimos años.
Una inteligencia táctica y una habilidad de técnica que se compaginan a la perfección con una capacidad física que le brinda la posibilidad de abarcar un enorme espacio de campo. Es por ello que el inglés, a pesar de partir de la posición teórica de enganche, arrancó en diversas ocasiones desde ambos flancos de la zona de ataque, así como desde el centro del campo hasta plantarse en el carril del ‘10’.
Unas capacidades físicas que son bendecidas por una estructura corporal en la que la principal seña de identidad son unas largas piernas que le otorgan una poderosa zancada que, salvando las distancias, recuerdan a las arrancadas con las que el mejor Kaka’ rompía líneas con una facilidad pasmosa hasta plantarse en la frontal del área.
Tres aspectos clave que el futbolista ha hecho destacar en apenas una hora sobre el terreno de juego, y que dejan prever que Bellingham será la pieza fundamental en torno a la que gire la medular del Madrid esta temporada, independientemente del sistema. Es cierto que es una primera impresión, pero lo cierto es que su debut ha aumentado unas expectativas que ya de por sí eran bastante altas.